lilii98
El árbol más grande del parque es ese de allí El frío de esta región es insoportable Los días más calurosos del verano están por llegar
En estos ejemplos, los determinantes “el” -por dos veces- y “los” actúan como modificadores directos del núcleo del sujeto (“árbol”, “frío” y “días).
El largo invierno de esta región es insoportable El gran árbol del parque es ese de allí Los días calurosos del verano están por llegar
En estos casos, hemos añadido algunos adjetivos (“largo”, “gran”, calurosos”) adjuntos al núcleo, para ilustrar este caso de modificación directa. Por supuesto, los determinantes que preceden a los núcleos siguen siendo igualmente modificadores directos.
Ese profesor, el señor Buendía, es un tipo excelente La amiga de Juan, María Elena, me cae bastante bien
En este caso hemos añadido un par de aposiciones para que sirvan como ejemplo. Tanto “el señor Buendía”, en el primer ejemplo, como “María Elena”, en el segundo, son nuevamente modificadores directos del núcleo.
Sin embargo, siempre que incluyamos una preposición que conecte el núcleo con un complemento, estaremos hablando de modificadores indirectos. Recuperemos algunos ejemplos que ya hemos usado, pero fijándonos ahora en otras partes de la oración:
La amiga de Juan me cae bastante bien El largo invierno de esta región es insoportable Ese profesor de historia, el señor Buendía, es un tipo excelente
Aquí, los modificadores “de Juan”, “de esta región”, y “de historia” son ejemplos perfectos de modificación indirecta, porque van precedidos de una preposición.
Naturalmente, modificadores directos e indirectos pueden aparecer juntos en una misma oración, y varios de ellos pueden hacerlo repetidamente.
El frío de esta región es insoportable
Los días más calurosos del verano están por llegar
En estos ejemplos, los determinantes “el” -por dos veces- y “los” actúan como modificadores directos del núcleo del sujeto (“árbol”, “frío” y “días).
El largo invierno de esta región es insoportable
El gran árbol del parque es ese de allí
Los días calurosos del verano están por llegar
En estos casos, hemos añadido algunos adjetivos (“largo”, “gran”, calurosos”) adjuntos al núcleo, para ilustrar este caso de modificación directa. Por supuesto, los determinantes que preceden a los núcleos siguen siendo igualmente modificadores directos.
Ese profesor, el señor Buendía, es un tipo excelente
La amiga de Juan, María Elena, me cae bastante bien
En este caso hemos añadido un par de aposiciones para que sirvan como ejemplo. Tanto “el señor Buendía”, en el primer ejemplo, como “María Elena”, en el segundo, son nuevamente modificadores directos del núcleo.
Sin embargo, siempre que incluyamos una preposición que conecte el núcleo con un complemento, estaremos hablando de modificadores indirectos. Recuperemos algunos ejemplos que ya hemos usado, pero fijándonos ahora en otras partes de la oración:
La amiga de Juan me cae bastante bien
El largo invierno de esta región es insoportable
Ese profesor de historia, el señor Buendía, es un tipo excelente
Aquí, los modificadores “de Juan”, “de esta región”, y “de historia” son ejemplos perfectos de modificación indirecta, porque van precedidos de una preposición.
Naturalmente, modificadores directos e indirectos pueden aparecer juntos en una misma oración, y varios de ellos pueden hacerlo repetidamente.