Observar los elementos de la naturaleza que te rodean e indaga con tu familia acerca de historias que reflejen la conexión entre la naturaleza y el ser humano. Luego compártelas a través de un escrito de 20 líneas como mínimo y un dibujo que lo represente.
Respuesta:
Uno de los factos que han contribuido al incremento de los
problemas ambientales es, sin duda alguna, la ruptura del
vínculo que desde hace demasiado tiempo realizó el ser humano
con la naturaleza. Ahora, cuando las ciudades crecen y se abandonan
los espacios rurales, cuando los recursos naturales se explotan
desmesuradamente sólo para unos cuantos, cuando desechamos sin
miramiento en una cultura de lo desechable, resulta obligado repensar
nuestra relación con la naturaleza.
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El hombre y la naturaleza
Había una vez un niño que se preocupaba por su planeta, por el
agua, por los animales, por los ecosistemas, en fin, por todo ser
viviente del mundo.
El niño se llamaba Salvador, un niño de once años que era
discriminado por preocuparse por el planeta; sus compañeros le decían
muchas cosas y le ponían apodos, principalmente los de extraterrestre,
Hulk (por el hombre verde) y árbol de Navidad.
Él siempre se sentía muy mal por lo que le decían, a veces ya no
quería ir a la escuela, pero su único motor eran los árboles, y decir a los
niños que cuidaran el planeta.
Así pasaron los años, el agua escaseaba, ya no se veían los paisajes
verdes como antes y no en cualquier parte había árboles.
Un día, cuando Salvador ya era un joven, ya casi no había agua dulce
en el mundo, todos los animales habían desaparecido y ya no había
árboles. Contaba una leyenda, de dos o tres meses de vieja, que había
un árbol en la isla desaparecida, la Atlántida: el árbol mítico. Decían que
daba semillas de todos los frutos que existieron en la Tierra. Salvador
tenía fe en que ese árbol existía, lo malo era saber dónde se encontraba
la Atlántida.
Para encontrar la isla, Salvador le pidió ayuda a Lorena, una muchacha
que siempre lo apoyó en sus campañas, pero con el paso del tiempo
Salvador se fue enamorando de Lorena, que por cierto era muy bonita.
Investigaron en Internet, en libros y en otros medios si existía o no
la Atlántida, si así era, en dónde se ubicaba, cuáles eran sus coordenadas
y todo lo relativo a ese tema.
Salvador y Lorena no pudieron encontrar nada, hasta que Lorena, sin
querer, encontró las coordenadas y la ubicación de la mítica isla; según
esa información se encontraba en el Ártico, en el centro del continente,
donde se decía que era el lugar más frío de la tierra, con temperaturas de
-60 °C, aunque en el tiempo en que Lorena y Salvador fueron en busca
del árbol la temperatura más baja que leyeron fue de -15°C, por eso ellos
creyeron que sería la cosa más fácil del mundo, hasta que leyeron las tres
maldiciones que un mago había echado al árbol mítico, tres maldiciones
que sólo el bien podría vencer.
Salvador y Lorena empacaron la comida necesaria para aguantar
el rudo camino que les esperaba y ordenaron la ropa necesaria para
soportar el frío que enfrentarían.
Las tres maldiciones del mago eran: “El primer guardián”, “Las grutas
de candiles” y “El acertijo más difícil”.
Los dos emprendieron el largo camino que el destino les había
Explicación:
Respuesta:
es igual que mi ano :v
Explicación: