La idea era procurar un mayor bienestar a una Europa devastada, por la falta de alimentos y de carbón, que traía como consecuencia, muerte de personas por desnutrición y frío, y enfermedades, por la debilidad de los organismos mal alimentados.
El objetivo no declarado era lograr una Europa unida y fuerte, económica y políticamente sólida, para luchar contra el avance comunista, lo que se logró, y así pudo hacerse frente a la denominada Guerra Fría, que poco después dividiría al mundo en dos bloques antagónicos: el capitalista y el comunista.
En 1948, estalló en Checoslovaquia, un golpe comunista, que hizo temer un avance de esta ideología en un mundo convulsionado y desfalleciente. Esto motivó al congreso de Estados Unidos, a cambiar de opinión, ya que en un principio el costo de la ayuda, parecía demasiado grande, pero fue aceptado pues el riesgo comunista parecía mucho mayor.
Justamente eliminando la pobreza, podría hacerse frente a la amenaza comunista, que captaba adeptos entre ese sector social, con la promesa del gobierno del proletariado.
Estados Unidos, que había salida fortificada de la guerra, representando su producto bruto interno el 50 % del total del de todo el planeta, con un dólar consolidado como medio de pago, y con reservas de oro del 80 %, con respecto al total del mundo, no podía por sí sola permanecer en la cúspide, sin contar con mercados para sus productos exportables, que no eran consumidos por los otros países europeos, por la carencia de dinero.
La idea era procurar un mayor bienestar a una Europa devastada, por la falta de alimentos y de carbón, que traía como consecuencia, muerte de personas por desnutrición y frío, y enfermedades, por la debilidad de los organismos mal alimentados.
El objetivo no declarado era lograr una Europa unida y fuerte, económica y políticamente sólida, para luchar contra el avance comunista, lo que se logró, y así pudo hacerse frente a la denominada Guerra Fría, que poco después dividiría al mundo en dos bloques antagónicos: el capitalista y el comunista.
En 1948, estalló en Checoslovaquia, un golpe comunista, que hizo temer un avance de esta ideología en un mundo convulsionado y desfalleciente. Esto motivó al congreso de Estados Unidos, a cambiar de opinión, ya que en un principio el costo de la ayuda, parecía demasiado grande, pero fue aceptado pues el riesgo comunista parecía mucho mayor.
Justamente eliminando la pobreza, podría hacerse frente a la amenaza comunista, que captaba adeptos entre ese sector social, con la promesa del gobierno del proletariado.
Estados Unidos, que había salida fortificada de la guerra, representando su producto bruto interno el 50 % del total del de todo el planeta, con un dólar consolidado como medio de pago, y con reservas de oro del 80 %, con respecto al total del mundo, no podía por sí sola permanecer en la cúspide, sin contar con mercados para sus productos exportables, que no eran consumidos por los otros países europeos, por la carencia de dinero.