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Muchos, en el debate contemporáneo, pretenden mostrar que la bioética requiere de una especial sensibilidad a los progresos teóricos y sociales del mundo moderno. Si la bioética no asume como propios los "logros)) del "progreso)) sino que recae en formas de justificación "superadas)), estará mal formulada. A continuación examinaremos precisamente en qué consiste la modernidad ilustrada para luego mostrar que, ante su crisis, sería oportuno intentar pensar la Bioética desde parámetros que no recaigan en su problemática intrínseca sino que logren ofrecer una alternativa real en materia de fundamentación y perspectivas para esta nueva ciencia. Desde este punto de vista, muchas cuestiones .filosóficas y morales aparecen en este tipo de postura. Sin embargo, son tres aspectos los que me parecen más centrales a esclarecer: 1. la naturaleza del consenso; 2. la posibilidad de una moral objetiva; 3. el fundamento personalista de la vida moral. Más aún, tenemos la impresión que la bioética, si se asume como ciencia rigurosa de carácter práctico normativo, no requiere de a4jetivos diferenciadores sino que precisamente parte del reto que posee en la actualidad, que es mostrar su vigor racional y práctico a través de cinco rasgos de explícito cariz personalista pero que han de ser manifestados permanentemente no como un compromiso de escuela sino como un compromiso con la verdad sobre el hombre: l. la bioética debe construir su normatividad a partir del imperativo que encuentra al reconocer a la persona como una realidad afirmable por sí misma; 2. la bioética ha de distinguir con claridad la diferencia existente entre cosas y personas; 3. la bioética distingue la irreductibilidad de la vida humana a otrasformas de vida y a sistemas materiales complejos; 4. la bioética debe reconocer al ser humano como sujeto comunional; 5. la bioética implica un compromiso existencial y práctico a favor de todas las personas, en especial, de los más débiles.