El sobrepeso y la obesidad tienden a darse en familias, lo que sugiere que los genes pueden desempeñar un papel. La posibilidad de tener sobrepeso es mayor si uno o ambos padres tienen sobrepeso u obesidad. Los genes pueden afectar la cantidad de grasa que una persona acumula en el cuerpo y la parte del cuerpo donde se acumula la grasa adicional.
Raza u origen étnico
Algunos grupos que incluyen minorías raciales y étnicas son más propensos a tener obesidad. Las tasas de obesidad en los adultos en los Estados Unidos son más altas entre los afroamericanos, seguidos por los hispanos/latinos y luego los caucásicos. Esas tasas aplican a hombres y mujeres.4 Aunque los hombres y mujeres asiáticoamericanos tienen las tasas más bajas de obesidad,4 aún así pueden estar en riesgo de contraer enfermedades asociadas con la obesidad si acumulan mucha grasa no saludable en el abdomen, incluso cuando su índice de masa corporal (IMC) es más bajo.5
Edad
Muchas personas aumentan de peso a medida que envejecen. Los adultos que tienen un IMC normal a menudo comienzan a aumentar de peso durante la edad adulta temprana y continúan aumentando de peso hasta que tienen entre 60 y 65 años de edad. Además, los niños que tienen obesidad son más propensos a seguir obesos cuando se vuelven adultos.
Sexo
En los Estados Unidos, la obesidad es más común en las mujeres negras o hispanas que en los hombres negros o hispanos.4 El sexo de una persona también puede afectar el lugar del cuerpo donde se acumula la grasa. Las mujeres tienden a acumular grasa en las caderas y glúteos. Los hombres generalmente acumulan grasa en el abdomen o estómago. El exceso de grasa, especialmente si está alrededor del abdomen, puede poner a las personas en riesgo de sufrir problemas de salud incluso si tienen un peso normal.
Hábitos de alimentación y de actividad física
Los hábitos de alimentación y de actividad física de una persona pueden aumentar la probabilidad de que tenga sobrepeso y obesidad si:
consume muchos alimentos y bebidas con alto contenido de calorías, azúcar y grasa
toma muchas bebidas con alto contenido de azúcares añadidos
pasa mucho tiempo sentada o acostada y la cantidad de actividad física que hace es limitada
Lugar donde una persona vive, trabaja, se recrea y practica su religión
El lugar donde una persona vive, trabaja, se recrea y practica su religión puede afectar sus hábitos de alimentación y de actividad física, y el acceso a alimentos saludables y a lugares donde puede hacer actividad física.
Por ejemplo, vivir en un área que tiene una gran cantidad de supermercados puede aumentar el acceso a alimentos de mejor calidad y con menos calorías. Vivir en un vecindario con muchos espacios verdes y áreas para hacer actividad física de manera segura puede alentar a una persona a ser más activa físicamente.
El lugar donde trabaja y practica su religión también puede hacer que a la persona le resulte más fácil comer alimentos poco saludables y con muchas calorías. Es posible que las máquinas expendedoras, las cafeterías o eventos especiales en su lugar de trabajo o el lugar donde practica su religión no ofrezcan opciones saludables y con menos calorías. Siempre que sea posible, se deben elegir las opciones más saludables y limitar las golosinas y dulces a una pequeña tajada de pastel o torta.
Hábitos familiares y culturales
Los hábitos de alimentación y de estilo de vida de la familia pueden afectar el peso y la salud. Algunas familias pueden consumir alimentos y bebidas con alto contenido de grasa, sal y azúcares añadidos o comer grandes cantidades de alimentos no saludables en las reuniones familiares. Algunas familias también pueden pasar inactivas por mucho tiempo viendo televisión, en la computadora o usando un dispositivo móvil en lugar de hacer alguna actividad física.
La cultura social, étnica o del grupo religioso también puede afectar el peso y la salud debido a los hábitos compartidos de alimentación y de estilo de vida. En algunas culturas se consumen alimentos y bebidas con alto contenido de grasa, sal y azúcares añadidos. Algunos métodos comunes de preparación de alimentos, como freírlos, pueden resultar en el consumo de muchas calorías. Con el tiempo, el consumo regular de alimentos con muchas calorías, grasa y azúcar puede ocasionar un aumento de peso.
No dormir suficiente
Las personas que no duermen suficiente pueden consumir más calorías y comer más bocadillos.6 Los expertos recomiendan que los adultos entre 18 y 64 años duerman de 7 a 9 horas al día, y los mayores de 65 duerman de 7 a 8 horas al día.7
Respuesta:
Puede ser por mala alimentación y falta de actividad física
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Explicación:
Historia familiar y genes
El sobrepeso y la obesidad tienden a darse en familias, lo que sugiere que los genes pueden desempeñar un papel. La posibilidad de tener sobrepeso es mayor si uno o ambos padres tienen sobrepeso u obesidad. Los genes pueden afectar la cantidad de grasa que una persona acumula en el cuerpo y la parte del cuerpo donde se acumula la grasa adicional.
Raza u origen étnico
Algunos grupos que incluyen minorías raciales y étnicas son más propensos a tener obesidad. Las tasas de obesidad en los adultos en los Estados Unidos son más altas entre los afroamericanos, seguidos por los hispanos/latinos y luego los caucásicos. Esas tasas aplican a hombres y mujeres.4 Aunque los hombres y mujeres asiáticoamericanos tienen las tasas más bajas de obesidad,4 aún así pueden estar en riesgo de contraer enfermedades asociadas con la obesidad si acumulan mucha grasa no saludable en el abdomen, incluso cuando su índice de masa corporal (IMC) es más bajo.5
Edad
Muchas personas aumentan de peso a medida que envejecen. Los adultos que tienen un IMC normal a menudo comienzan a aumentar de peso durante la edad adulta temprana y continúan aumentando de peso hasta que tienen entre 60 y 65 años de edad. Además, los niños que tienen obesidad son más propensos a seguir obesos cuando se vuelven adultos.
Sexo
En los Estados Unidos, la obesidad es más común en las mujeres negras o hispanas que en los hombres negros o hispanos.4 El sexo de una persona también puede afectar el lugar del cuerpo donde se acumula la grasa. Las mujeres tienden a acumular grasa en las caderas y glúteos. Los hombres generalmente acumulan grasa en el abdomen o estómago. El exceso de grasa, especialmente si está alrededor del abdomen, puede poner a las personas en riesgo de sufrir problemas de salud incluso si tienen un peso normal.
Hábitos de alimentación y de actividad física
Los hábitos de alimentación y de actividad física de una persona pueden aumentar la probabilidad de que tenga sobrepeso y obesidad si:
consume muchos alimentos y bebidas con alto contenido de calorías, azúcar y grasa
toma muchas bebidas con alto contenido de azúcares añadidos
pasa mucho tiempo sentada o acostada y la cantidad de actividad física que hace es limitada
Lugar donde una persona vive, trabaja, se recrea y practica su religión
El lugar donde una persona vive, trabaja, se recrea y practica su religión puede afectar sus hábitos de alimentación y de actividad física, y el acceso a alimentos saludables y a lugares donde puede hacer actividad física.
Por ejemplo, vivir en un área que tiene una gran cantidad de supermercados puede aumentar el acceso a alimentos de mejor calidad y con menos calorías. Vivir en un vecindario con muchos espacios verdes y áreas para hacer actividad física de manera segura puede alentar a una persona a ser más activa físicamente.
El lugar donde trabaja y practica su religión también puede hacer que a la persona le resulte más fácil comer alimentos poco saludables y con muchas calorías. Es posible que las máquinas expendedoras, las cafeterías o eventos especiales en su lugar de trabajo o el lugar donde practica su religión no ofrezcan opciones saludables y con menos calorías. Siempre que sea posible, se deben elegir las opciones más saludables y limitar las golosinas y dulces a una pequeña tajada de pastel o torta.
Hábitos familiares y culturales
Los hábitos de alimentación y de estilo de vida de la familia pueden afectar el peso y la salud. Algunas familias pueden consumir alimentos y bebidas con alto contenido de grasa, sal y azúcares añadidos o comer grandes cantidades de alimentos no saludables en las reuniones familiares. Algunas familias también pueden pasar inactivas por mucho tiempo viendo televisión, en la computadora o usando un dispositivo móvil en lugar de hacer alguna actividad física.
La cultura social, étnica o del grupo religioso también puede afectar el peso y la salud debido a los hábitos compartidos de alimentación y de estilo de vida. En algunas culturas se consumen alimentos y bebidas con alto contenido de grasa, sal y azúcares añadidos. Algunos métodos comunes de preparación de alimentos, como freírlos, pueden resultar en el consumo de muchas calorías. Con el tiempo, el consumo regular de alimentos con muchas calorías, grasa y azúcar puede ocasionar un aumento de peso.
No dormir suficiente
Las personas que no duermen suficiente pueden consumir más calorías y comer más bocadillos.6 Los expertos recomiendan que los adultos entre 18 y 64 años duerman de 7 a 9 horas al día, y los mayores de 65 duerman de 7 a 8 horas al día.7