– Diosa de la luna: para el conjunto de pueblos que dan lugar a Los Nahuas y donde sobresalen Los Mexicas, esta diosa era conocida con el nombre de Meztli, mientras que Los Mayas la llamaban Ixchel. La luna comúnmente era asociada con lo femenino, la fertilidad y la belleza.
– Dios del sol: para la mitología azteca por ejemplo esta deidad era Tonatiuh, en el caso de Los Zapotecas este pueblo se refiere a él como Copijcha Tlatlauhaqui. La representación del astro sol era asimilada con profundo respeto y se vincula con la guerra.
– Dios de la lluvia y el trueno: entre Los Nahuas solían llamar a este dios Tláloc, mientras que para Los Mixtecas podía ser tanto Ñuhu Savi como Dzahui. El dios a cargo de los fenómenos atmosféricos era objeto de extrema atención pues de se creía que de su buen o mal humor dependía que las cosechas lograran prosperar.
– Serpiente emplumada: Los Nahuas se referían a este dios llamándolo Quetzalcóatl y Los Mayas le denominaron Kukulkán. Se trata de una divinidad creadora pues de él surge la vida.
Respuesta:
– Diosa de la luna: para el conjunto de pueblos que dan lugar a Los Nahuas y donde sobresalen Los Mexicas, esta diosa era conocida con el nombre de Meztli, mientras que Los Mayas la llamaban Ixchel. La luna comúnmente era asociada con lo femenino, la fertilidad y la belleza.
– Dios del sol: para la mitología azteca por ejemplo esta deidad era Tonatiuh, en el caso de Los Zapotecas este pueblo se refiere a él como Copijcha Tlatlauhaqui. La representación del astro sol era asimilada con profundo respeto y se vincula con la guerra.
– Dios de la lluvia y el trueno: entre Los Nahuas solían llamar a este dios Tláloc, mientras que para Los Mixtecas podía ser tanto Ñuhu Savi como Dzahui. El dios a cargo de los fenómenos atmosféricos era objeto de extrema atención pues de se creía que de su buen o mal humor dependía que las cosechas lograran prosperar.
– Serpiente emplumada: Los Nahuas se referían a este dios llamándolo Quetzalcóatl y Los Mayas le denominaron Kukulkán. Se trata de una divinidad creadora pues de él surge la vida.