Tras más de dos meses sin acudir a su centro, Daniel González tiene ya completamente asimiladas sus rutinas académicas virtuales. El contacto con los profesores de este estudiante madrileño de segundo de Bachillerato ha sido constante y ahora, en época de exámenes, divide las mañanas a razón de dos pruebas diarias. La mecánica es siempre la misma: se conectan a una video llamada a través de Microsoft Teams, con el vídeo y el micrófono abiertos, y unas reglas estrictas: la cámara ha de enfocar tanto a la cara como al papel, las manos y la mesa en la que estén trabajando; imprimen el examen que les mandan los profesores,
Respuesta:
Tras más de dos meses sin acudir a su centro, Daniel González tiene ya completamente asimiladas sus rutinas académicas virtuales. El contacto con los profesores de este estudiante madrileño de segundo de Bachillerato ha sido constante y ahora, en época de exámenes, divide las mañanas a razón de dos pruebas diarias. La mecánica es siempre la misma: se conectan a una video llamada a través de Microsoft Teams, con el vídeo y el micrófono abiertos, y unas reglas estrictas: la cámara ha de enfocar tanto a la cara como al papel, las manos y la mesa en la que estén trabajando; imprimen el examen que les mandan los profesores,
Explicación: