Búscase muchos a los hombres, pero yo los evito. Es un arte que exige mucho espíritu. Dios no creó a los maliciosos burlones sino para divertir a los necios, En esta fábula intento mostraros uno. Un burlón comía a la mesa de un banquero, y en su plato sólo tenía los pescados más pequeños, los grandes estaban lejos. Finge entonces hablarles al oído, y después finge igualmente escuchar su respuesta. Todos quedan sorprendidos. Explica el burlón entonces, con un tono mesurado,, que temía que un amigo suyo, que había partido un año antes para las Indias, hubiera naufragado, por lo cual preguntaba a los pescaditos: Todos exclamaban al mismo tiempo que no tienen edad bastante para poder conocer la suerte de su amigo, quizá los grandes lo supieran: ----¡Ah, señores! ¿Podía preguntar a uno de ésos? Excuso decir si la broma gustó a los comensales, pero lo cierto es que supo forzarlos a servirle un monstruo marino, lo bastante viejo como para poderle decir a los nombres de todos los descubridores de mundo ignotos que desde hacia 100 años no habían vuelto.
EL BURLÓN Y LOS PESCADORES
Búscase muchos a los hombres, pero yo los evito. Es un arte que exige mucho espíritu. Dios no creó a los maliciosos burlones sino para divertir a los necios, En esta fábula intento mostraros uno.
Un burlón comía a la mesa de un banquero, y en su plato sólo tenía los pescados más pequeños, los grandes estaban lejos. Finge entonces hablarles al oído, y después finge igualmente escuchar su respuesta. Todos quedan sorprendidos. Explica el burlón entonces, con un tono mesurado,, que temía que un amigo suyo, que había partido un año antes para las Indias, hubiera naufragado, por lo cual preguntaba a los pescaditos:
Todos exclamaban al mismo tiempo que no tienen edad bastante para poder conocer la suerte de su amigo, quizá los grandes lo supieran:
----¡Ah, señores! ¿Podía preguntar a uno de ésos?
Excuso decir si la broma gustó a los comensales, pero lo cierto es que supo forzarlos a servirle un monstruo marino, lo bastante viejo como para poderle decir a los nombres de todos los descubridores de mundo ignotos que desde hacia 100 años no habían vuelto.