La geografía política es la parte de la geografía humana que trata de la distribución del territorio con respecto al espacio que ocupa el ser humano. Es un ámbito de estudio muy amplio, ya que su principal objeto de estudio son las instituciones políticas, que pueden ir desde un pequeño grupo de personas bien organizado y jerarquizado hasta un gran bloque económico o político de carácter internacional y no tratarse solamente de países. Siendo complejo este concepto, la geografía política se interesa en todos los aspectos afines, como el proceso político, sistemas de gobierno, repercusión de las acciones políticas, etc
A lo largo de la historia humana se ha estudiado la Geografía en un ambiente político, las dudas y cuestionamientos de los fenómenos políticos y su alcance estaban ya siendo discutidos por Jean Bodin y el Marques de Montesquieu, aunque ellos minimizaban la percepción del espacio como el medio físico de los hechos políticos.
El estudio de la relación entre la organización política de los pueblos y el medio ambiente fue un tema que se debatió ampliamente desde el siglo XVIII. Montesquieu fue uno de los autores que arguyó sobre el tópico en su obra El espíritu de las leyes (De l'esprit des lois, 1748). Aunque, sin duda existieron argumentaciones previas en el siglo XVI, como las de Jean Bodin (1529-1596), quien escribió sobre las relaciones entre la tierra y el Estado (Gottmann, 1942: 198). No obstante, fue a finales de la décima novena centuria y a mediados de la vigésima que los análisis de geografía política se desarrollaron de manera amplia, originando un dilatado debate sobre un conjunto común de conceptos: espacio, frontera, territorio, Estado, nación, zona de influencia, migración y condiciones territoriales de los nacientes Estado-nación. Este llevó a autores como E. Reclus (1880),6 F. Ratzel (1897), J. Mackinder (1904), J. Brunhes (1910), Brunhes y Deffontaines (1926), C. Vallaux (1911), I. Bowman (1928), D. Whittlesey (1934) y J. Gottmann (1952) a desempeñar un papel fundamental en las argumentaciones sobre los acontecimientos de la Primera y Segunda Guerra Mundial del siglo XX.
Particularmente, el desarrollo de esta disciplina en estos periodos se signó por lo que menciona Joseph Conrad (1926) y confirma Anne Godlewska y Neil Smith (1994): una simbiosis entre geografía e imperio. Una parte considerable de los análisis de geografía política de esa época dirigieron su interés hacia la descripción de los territorios explorados y conquistados por un conjunto de grandes potencias: Alemania, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Rusia y Japón; y hacia la redefinición de las fronteras de Europa occidental en dos conflagraciones mundiales. Al mismo tiempo, se colocó como una actividad de resolución de conflictos territoriales al ser convocados geógrafos a los puestos de poder para ayudar a "resolverlos"; desde ahí se reafirmó la representación y dominación del colonialismo europeo y norteamericano (Agnew, 1997).
En consecuencia, las temáticas del poder, de las estrategias de control y dominación territorial mantenidas por el Estado-nación, el uso estratégico de los recursos naturales en zonas específicas del globo para la toma de decisiones en política exterior, la seguridad nacional de los Estados, las disputas fronterizas bajo escalas de análisis nacional y global en un contexto imperial fueron asuntos manifiestos que la geografía política debatió hasta las primeras décadas del siglo XX. Este fue el ambiente donde los geógrafos políticos actuaron en la producción de libros en universidades y como asesores de los poderes triunfantes durante y después de la primera y la segunda Guerra Mundial.7
En esos momentos surgió una cantidad importante de obras sobre lo que puede llamarse 'el modo geográfico de ver el Estado y las políticas públicas en su dimensión, instancia o forma territorial' (Costa, 1992). Los esfuerzos se emprendieron por una gran variedad de autores, tales como Halford Mackinder (1904), Camille Vallaux (1911, 1918 y 1921), André Siegfried (1913, 1949), Jean Brunhes y Camille Vallaux (1918, 1921), Carl Sauer (1918), Alexander G. Supan (1918), Arthur Dix (1922), Otto Maull (1925), Isaiah Bowman (1921), Richard Hartshorne (1933), Jacques Ancel (1936), Derwent Stainthorpe Whittlesey (1939), Jean Gottmann (1952) y Umberto Toschi (1959), quienes desde distintas consideraciones teóricas, políticas e ideológicas direccionaron sus esfuerzos en este sentido. Toda la copiosa producción de estudios de geografía política que apareció en la época se empezó a discutir dentro de la estructura disciplinar, organizada posteriormente a la institucionalización de la geografía en las universidades de Francia y Alemania.8
Respuesta:
ESPERO QUE TE SIRVA
La geografía política es la parte de la geografía humana que trata de la distribución del territorio con respecto al espacio que ocupa el ser humano. Es un ámbito de estudio muy amplio, ya que su principal objeto de estudio son las instituciones políticas, que pueden ir desde un pequeño grupo de personas bien organizado y jerarquizado hasta un gran bloque económico o político de carácter internacional y no tratarse solamente de países. Siendo complejo este concepto, la geografía política se interesa en todos los aspectos afines, como el proceso político, sistemas de gobierno, repercusión de las acciones políticas, etc
A lo largo de la historia humana se ha estudiado la Geografía en un ambiente político, las dudas y cuestionamientos de los fenómenos políticos y su alcance estaban ya siendo discutidos por Jean Bodin y el Marques de Montesquieu, aunque ellos minimizaban la percepción del espacio como el medio físico de los hechos políticos.
Explicación:
GRACIAS
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El estudio de la relación entre la organización política de los pueblos y el medio ambiente fue un tema que se debatió ampliamente desde el siglo XVIII. Montesquieu fue uno de los autores que arguyó sobre el tópico en su obra El espíritu de las leyes (De l'esprit des lois, 1748). Aunque, sin duda existieron argumentaciones previas en el siglo XVI, como las de Jean Bodin (1529-1596), quien escribió sobre las relaciones entre la tierra y el Estado (Gottmann, 1942: 198). No obstante, fue a finales de la décima novena centuria y a mediados de la vigésima que los análisis de geografía política se desarrollaron de manera amplia, originando un dilatado debate sobre un conjunto común de conceptos: espacio, frontera, territorio, Estado, nación, zona de influencia, migración y condiciones territoriales de los nacientes Estado-nación. Este llevó a autores como E. Reclus (1880),6 F. Ratzel (1897), J. Mackinder (1904), J. Brunhes (1910), Brunhes y Deffontaines (1926), C. Vallaux (1911), I. Bowman (1928), D. Whittlesey (1934) y J. Gottmann (1952) a desempeñar un papel fundamental en las argumentaciones sobre los acontecimientos de la Primera y Segunda Guerra Mundial del siglo XX.
Particularmente, el desarrollo de esta disciplina en estos periodos se signó por lo que menciona Joseph Conrad (1926) y confirma Anne Godlewska y Neil Smith (1994): una simbiosis entre geografía e imperio. Una parte considerable de los análisis de geografía política de esa época dirigieron su interés hacia la descripción de los territorios explorados y conquistados por un conjunto de grandes potencias: Alemania, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Rusia y Japón; y hacia la redefinición de las fronteras de Europa occidental en dos conflagraciones mundiales. Al mismo tiempo, se colocó como una actividad de resolución de conflictos territoriales al ser convocados geógrafos a los puestos de poder para ayudar a "resolverlos"; desde ahí se reafirmó la representación y dominación del colonialismo europeo y norteamericano (Agnew, 1997).
En consecuencia, las temáticas del poder, de las estrategias de control y dominación territorial mantenidas por el Estado-nación, el uso estratégico de los recursos naturales en zonas específicas del globo para la toma de decisiones en política exterior, la seguridad nacional de los Estados, las disputas fronterizas bajo escalas de análisis nacional y global en un contexto imperial fueron asuntos manifiestos que la geografía política debatió hasta las primeras décadas del siglo XX. Este fue el ambiente donde los geógrafos políticos actuaron en la producción de libros en universidades y como asesores de los poderes triunfantes durante y después de la primera y la segunda Guerra Mundial.7
En esos momentos surgió una cantidad importante de obras sobre lo que puede llamarse 'el modo geográfico de ver el Estado y las políticas públicas en su dimensión, instancia o forma territorial' (Costa, 1992). Los esfuerzos se emprendieron por una gran variedad de autores, tales como Halford Mackinder (1904), Camille Vallaux (1911, 1918 y 1921), André Siegfried (1913, 1949), Jean Brunhes y Camille Vallaux (1918, 1921), Carl Sauer (1918), Alexander G. Supan (1918), Arthur Dix (1922), Otto Maull (1925), Isaiah Bowman (1921), Richard Hartshorne (1933), Jacques Ancel (1936), Derwent Stainthorpe Whittlesey (1939), Jean Gottmann (1952) y Umberto Toschi (1959), quienes desde distintas consideraciones teóricas, políticas e ideológicas direccionaron sus esfuerzos en este sentido. Toda la copiosa producción de estudios de geografía política que apareció en la época se empezó a discutir dentro de la estructura disciplinar, organizada posteriormente a la institucionalización de la geografía en las universidades de Francia y Alemania.8
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