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La película cuenta la historia del cura español Gabriel, quien trata de establecer una misión en la jungla cerca de las catataras de Iguazú para convertir a los guaraníes al cristianismo, educarlos y protegerlos de los abusos que se cometen contra ellos. Su misión recibe un nuevo miembro, el reformado mercenario portugués, Rodrigo Mendoza, quien percibe la reducción jesuita como un santuario y la última posibilidad de pedir perdón por el homicidio de su hermano. Paso a paso el ex-comerciante de esclavos se da cuenta que el cura y los guaraníes no sólo le han enseñado una manera de hacer penitencia, sino que le han enseñado también los valores humanos.
Mendoza y Gabriel tratan de defender a la comunidad guaraní contra la crueldad de los coloniadores portugueses, Gabriel sin más armas que su fe y Mendoza con la ayuda de su entrenamiento militar. Los dos saben que el Tratado de Madrid ha cambiado de nuevo la demarcación entre los territorios de España y Portugal, lo que significa que la misión que estaba bajo la protección española ahora está en manos de los portugueses quienes están decididos a esclavizar a los guaraníes. Además los jesuitas reciben una orden del emisario papal, el Cardenal Altamirano, de retirarse de este territorio.
La película no sólo habla de los trágicos acontecimientos históricos surgidos alrededor del Tratado de Madrid de 1750, sino muestra también el dolor humano de los guaraníes, su inocencia y belleza. Uno ve que los pocos defensores de los guaraníes, quienes no están de acuerdo con el desprecio del colonizador por los indígenas, pagan con su vida. El espectador queda con la impresión que el humanismo y el cristianismo no tiene ninguna importancia por el juego de poder entre España, Portugal y Roma. Los guaraníes son sacrificados sin piedad en el altar de la avaricia colonialista.
Mendoza y Gabriel tratan de defender a la comunidad guaraní contra la crueldad de los coloniadores portugueses, Gabriel sin más armas que su fe y Mendoza con la ayuda de su entrenamiento militar. Los dos saben que el Tratado de Madrid ha cambiado de nuevo la demarcación entre los territorios de España y Portugal, lo que significa que la misión que estaba bajo la protección española ahora está en manos de los portugueses quienes están decididos a esclavizar a los guaraníes. Además los jesuitas reciben una orden del emisario papal, el Cardenal Altamirano, de retirarse de este territorio.
La película no sólo habla de los trágicos acontecimientos históricos surgidos alrededor del Tratado de Madrid de 1750, sino muestra también el dolor humano de los guaraníes, su inocencia y belleza. Uno ve que los pocos defensores de los guaraníes, quienes no están de acuerdo con el desprecio del colonizador por los indígenas, pagan con su vida. El espectador queda con la impresión que el humanismo y el cristianismo no tiene ninguna importancia por el juego de poder entre España, Portugal y Roma. Los guaraníes son sacrificados sin piedad en el altar de la avaricia colonialista.