Sofia8482
Mira aquí tengo uno con metáfora y símil. Cuando hace frió. (Titulo) Cuando llega el invierno Yo me tengo que poner Un abrigo, una bufanda Y unos guantes también. Un gorrito en la cabeza Y unas botas en los pies Así estaré calentito Y no me resfriare Espero que te ayude.
Yo apenas quiero ser humilde araña que en torno tuyo su hilazón tejiera y que, como explorando una montaña se enredase en tu misma cabellera
Yo quiero ser gusano: hacer encaje; dar mi capullo a las dentadas ruedas; y así, poder, en la prisión de un traje, sentirte palpitar bajo mis sedas.
Jose Santos
Te recuerdo como eras en el último año. Eras la boina gris y el corazón en calma En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo y las hojas caían en el agua de tu alma
Apegada a mis brazos como una enredadera, las hojas recogían tu voz lenta y en calma. Hoguera de estupor en que mi sed ardía Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma
Pablo Neruda
Mientras por competir con tu cabello, Oro bruñido, el sol relumbra en vano, mientras con menosprecio en medio del llano mira tu blanca frente el lirio bello;
mientras a cada labio, por cogerlo, siguen más ojos que al clavel temprano, y mientras triunfa con desdén lozano del luciente cristal tu gentil cuello.
goza cuello, cabello, labio y frente, antes que lo que fue en tu edad dorada oro, lirio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o viola troncada se vuelva, más tú y ello juntamente en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Cuando hace frió. (Titulo)
Cuando llega el invierno
Yo me tengo que poner
Un abrigo, una bufanda
Y unos guantes también.
Un gorrito en la cabeza
Y unas botas en los pies
Así estaré calentito
Y no me resfriare
Espero que te ayude.
Alfredo Fressia.
Yo apenas quiero ser humilde araña
que en torno tuyo su hilazón tejiera
y que, como explorando una montaña
se enredase en tu misma cabellera
Yo quiero ser gusano: hacer encaje;
dar mi capullo a las dentadas ruedas;
y así, poder, en la prisión de un traje,
sentirte palpitar bajo mis sedas.
Jose Santos
Te recuerdo como eras en el último año.
Eras la boina gris y el corazón en calma
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo
y las hojas caían en el agua de tu alma
Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma
Pablo Neruda
Mientras por competir con tu cabello,
Oro bruñido, el sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio del llano
mira tu blanca frente el lirio bello;
mientras a cada labio, por cogerlo,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello.
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lirio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o viola troncada
se vuelva, más tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Góngora
pesmero que te sirba