Es, tal vez, difícil transmitir el placer que me da la lectura. Entiendo que, por suerte, somos muchos los que sentimos esa sensación de sumergirnos en un universo de caracteres, palabras, comas, puntos, frases y, por supuesto, historias. Porque el placer no sólo está en la narración como un todo, sino en las frases, en las palabras y aún en los fonemas como unidad mínima de sentido y como elección estética.
Es mucho más lindo para mi, leer que escribir. Escribir es una necesidad, o más que una necesidad, es como un vicio. Algo que no hace bien, pero que no puede dejar de hacerse. Como fumar tabaco. Soy muy consciente del daño que provoca, pero la verdad no puedo abandonarlo. Leer es otra cosa, un deseo, una pasión, un sentimiento diría para ponerme tribunero. Es como beber un buen vino.
Respuesta:
Es, tal vez, difícil transmitir el placer que me da la lectura. Entiendo que, por suerte, somos muchos los que sentimos esa sensación de sumergirnos en un universo de caracteres, palabras, comas, puntos, frases y, por supuesto, historias. Porque el placer no sólo está en la narración como un todo, sino en las frases, en las palabras y aún en los fonemas como unidad mínima de sentido y como elección estética.
Es mucho más lindo para mi, leer que escribir. Escribir es una necesidad, o más que una necesidad, es como un vicio. Algo que no hace bien, pero que no puede dejar de hacerse. Como fumar tabaco. Soy muy consciente del daño que provoca, pero la verdad no puedo abandonarlo. Leer es otra cosa, un deseo, una pasión, un sentimiento diría para ponerme tribunero. Es como beber un buen vino.