entonación es la variación de la altura tonal de la voz con que se pronuncia un enunciado. El tono o, en términos acústicos, la frecuencia fundamental, Fo, se corresponde articulatoriamente con la frecuencia de vibración de los pliegues vocales (en las consonantes sordas no se produce vibración, por tanto, realmente no existe tono del sonido, aunque el oyente es capaz de reconstruir esos huecos de sonoridad).
En todas las lenguas se usan variaciones tonales con fines lingüísticos. En las llamadas lenguas tonales las variaciones de tono pueden servir para realizar distinciones léxicas o morfológicas, como sucede en la mayoría de las lenguas del mundo. Se estima que entre el 60 y el 70% de las lenguas del mundo poseen esta características.1 Ejemplos de estas lenguas son el chino mandarín o el yoruba. En las lenguas no específicamente tonales la variación de tono tiene que ver con fenómenos post-léxicos2 ; estos cambios melódicos reciben el nombre de entonación. Debe tenerse en cuenta que los tonemas de las tonales tienen un comportamiento diferente de la entonación. Ya que las propias lenguas tonales también tienen entonación, a pesar de que la frecuencia fundamental sigue estando involucrada en lograr un tono u otro en cada sílaba. En algunas lenguas no tonales la variación de frecuencia también puede intervenir aunque sea secundariamente para marcar el acento tónico, pero esos fenómenos no se califican de entonación.
entonación es la variación de la altura tonal de la voz con que se pronuncia un enunciado. El tono o, en términos acústicos, la frecuencia fundamental, Fo, se corresponde articulatoriamente con la frecuencia de vibración de los pliegues vocales (en las consonantes sordas no se produce vibración, por tanto, realmente no existe tono del sonido, aunque el oyente es capaz de reconstruir esos huecos de sonoridad).
En todas las lenguas se usan variaciones tonales con fines lingüísticos. En las llamadas lenguas tonales las variaciones de tono pueden servir para realizar distinciones léxicas o morfológicas, como sucede en la mayoría de las lenguas del mundo. Se estima que entre el 60 y el 70% de las lenguas del mundo poseen esta características.1 Ejemplos de estas lenguas son el chino mandarín o el yoruba. En las lenguas no específicamente tonales la variación de tono tiene que ver con fenómenos post-léxicos2 ; estos cambios melódicos reciben el nombre de entonación. Debe tenerse en cuenta que los tonemas de las tonales tienen un comportamiento diferente de la entonación. Ya que las propias lenguas tonales también tienen entonación, a pesar de que la frecuencia fundamental sigue estando involucrada en lograr un tono u otro en cada sílaba. En algunas lenguas no tonales la variación de frecuencia también puede intervenir aunque sea secundariamente para marcar el acento tónico, pero esos fenómenos no se califican de entonación.