El mito del 'derecho divino' de los reyes se basaba en la idea de que Dios o los dioses escogían al rey para estar en el poder, y este sólo era responsable ante Él o ellos, como ocurría con los faraones de Egipto o los emperadores romanos. Aunque esto actualmente es un mito y los Estados sean aconfesionales, algunas monarquías parlamentarias, siguen vinculadas a una determinada religión. Por ejemplo, España al catolicismo, Reino Unido al protestantismo, Arabia Saudita al Islam,