También se usa el término criollismo para designar al movimiento de los hijos de españoles nacidos en América -y que buscaban una identidad propia a través del pasado indígena- de símbolos propios y de la exaltación de todo lo relacionado con lo americano. Su identidad se fue fortaleciendo como consecuencia de las reformas borbónicas que los relegaron de los principales cargos políticos y eclesiásticos en Nueva España, situación determinante para el estallido del movimiento insurgente y la consumación de la independencia.
A mediados del siglo XVIII los criollos de origen español controlaban buena parte del comercio y de la propiedad agraria, por lo que tenían un gran poder económico y una gran consideración social, pero estaban desplazados de los principales cargos políticos en favor de los nacidos en España.
En Nueva España, la ley prohibía el matrimonio entre un funcionario español peninsular en ejercicio y una criolla; es decir, mujer blanca nacida en América de descendiente de españoles. Esto no impedía que se efectuaran uniones de hecho entre mujeres criollas y funcionarios españoles.1
Río de la Plata[editar]
En Argentina y Uruguay, países que recibieron una inmigración muy fuerte de italianos y españoles entre 1850 y 1950, así como otras migraciones posteriores a la denominación de criollo, su uso se documenta desde el siglo XIX para indicar a los nativos del país de estirpe caucásica: un hijo de españoles nacido en el país era un criollo. Tal denominación se fue restringiendo hasta emplearse solo para designar a pobladores del interior del país, a los que se supone de ascendencia criolla en el sentido clásico, aunque también con varios grados de mestizaje con los habitantes primigenios del continente, los amerindios y también con esclavos africanos llevados a la región. En Argentina las palabras criollo y criolla son una honra al señalar la original prosapia del país (en definitiva, los hijos de los europeos inmigrantes del periodo 1850-1950 también suelen ser bien considerados legítimamente como criollos ya que nacieron y se criaron en el país).
Brasil[editar]
En Brasil el término criolo designa personas negras o mestizas de negros. En el siglo XIX, los esclavos podrían ser criolos(los nacidos en Brasil) o africanos (nacidos en África, que podrían no hablar portugués ni conocer las costumbres de la nueva tierra). Por tanto, en el Brasil, el término crioulo nunca es usado para designar personas blancas, al contrario del resto de América Latina, excepto en el estado de Río Grande del Sur, fronterizo con Argentina y Uruguay, donde algunas personas distinguen crioulo (negro o mestizo de negro) y criolo (hijo de europeos nacido en América).
Colombia, Ecuador y Venezuela[editar]
En Venezuela, Ecuador y Colombia, según el discurso oficial el término de criollo en el habla vernácula significa idílicamente "de la tierra nuestra" y es un término supuestamente inclusivista que se aplica a todos los colombo-venezolanos, quienes son "criollos" no importa que región sea. Según esta línea oficial de la censura racial "vernácula", el rótulo de "criollo" se debe llevar con orgullo porque históricamente se asumen de facto los vínculos y herencia española y amerindia en una suerte de mestizaje que hace desaparecer las razas para fundirlas en una sola o "criolla". Según esta versión, desde el momento de la independencia se estaba gestando una nación criolla con identidad y orgullo patrio. Es decir, de acuerdo a la letra oficial todo el legado nativo de la gran Colombia se funde con el colonial en lo criollo.
Otro uso de la palabra criollo es para la gallina criolla, que es más pequeña y que se degusta al preparar el sancocho de gallina criolla. Algo similar ocurre con el pato criollo (Cairina moschata domestica) que es el pato doméstico originario de América tropical, domesticado por los indígenas desde tiempos precolombinos. En estos casos, el término criollo significa vernáculo o autóctono, que es la acepción más común de la palabra en estas latitudes.
Francia y Portugal[editar]
En Francia se denominó tradicionalmente "créole" al blanco nacido en cualquiera de sus colonias, aunque no fuese en América. Todavía en la ex-colonia francesas (como Haití o Quebec) o en las actuales dependencias francesas (Guayana francesa, Martinica, Reunión, Mayotte, Nueva Caledonia etc.) se denomina creole a la lengua basada en el francés aunque localmente diferenciada de tal idioma o a las formas de cultura o a las personas (casi siempre mestizas) en las que predominan los orígenes franceses.
En las excolonias portuguesas de África (independizadas en el año 1974) la palabra criollo (creol, crioulo) ha tendido a designar a las poblaciones homogeneizadas de "blancos" o "caucásicos" con melanoafricanos o "negros", es decir de los llamados tradicionalmente y vulgarmente "mulatos", esto se nota especialmente en Cabo Verde donde toda la población es miogénica de caucásicos europeos y melanoafricanos o africanos "negros".
También se usa el término criollismo para designar al movimiento de los hijos de españoles nacidos en América -y que buscaban una identidad propia a través del pasado indígena- de símbolos propios y de la exaltación de todo lo relacionado con lo americano. Su identidad se fue fortaleciendo como consecuencia de las reformas borbónicas que los relegaron de los principales cargos políticos y eclesiásticos en Nueva España, situación determinante para el estallido del movimiento insurgente y la consumación de la independencia.
A mediados del siglo XVIII los criollos de origen español controlaban buena parte del comercio y de la propiedad agraria, por lo que tenían un gran poder económico y una gran consideración social, pero estaban desplazados de los principales cargos políticos en favor de los nacidos en España.
En Nueva España, la ley prohibía el matrimonio entre un funcionario español peninsular en ejercicio y una criolla; es decir, mujer blanca nacida en América de descendiente de españoles. Esto no impedía que se efectuaran uniones de hecho entre mujeres criollas y funcionarios españoles.1
Río de la Plata[editar]En Argentina y Uruguay, países que recibieron una inmigración muy fuerte de italianos y españoles entre 1850 y 1950, así como otras migraciones posteriores a la denominación de criollo, su uso se documenta desde el siglo XIX para indicar a los nativos del país de estirpe caucásica: un hijo de españoles nacido en el país era un criollo. Tal denominación se fue restringiendo hasta emplearse solo para designar a pobladores del interior del país, a los que se supone de ascendencia criolla en el sentido clásico, aunque también con varios grados de mestizaje con los habitantes primigenios del continente, los amerindios y también con esclavos africanos llevados a la región. En Argentina las palabras criollo y criolla son una honra al señalar la original prosapia del país (en definitiva, los hijos de los europeos inmigrantes del periodo 1850-1950 también suelen ser bien considerados legítimamente como criollos ya que nacieron y se criaron en el país).
Brasil[editar]En Brasil el término criolo designa personas negras o mestizas de negros. En el siglo XIX, los esclavos podrían ser criolos(los nacidos en Brasil) o africanos (nacidos en África, que podrían no hablar portugués ni conocer las costumbres de la nueva tierra). Por tanto, en el Brasil, el término crioulo nunca es usado para designar personas blancas, al contrario del resto de América Latina, excepto en el estado de Río Grande del Sur, fronterizo con Argentina y Uruguay, donde algunas personas distinguen crioulo (negro o mestizo de negro) y criolo (hijo de europeos nacido en América).
Colombia, Ecuador y Venezuela[editar]En Venezuela, Ecuador y Colombia, según el discurso oficial el término de criollo en el habla vernácula significa idílicamente "de la tierra nuestra" y es un término supuestamente inclusivista que se aplica a todos los colombo-venezolanos, quienes son "criollos" no importa que región sea. Según esta línea oficial de la censura racial "vernácula", el rótulo de "criollo" se debe llevar con orgullo porque históricamente se asumen de facto los vínculos y herencia española y amerindia en una suerte de mestizaje que hace desaparecer las razas para fundirlas en una sola o "criolla". Según esta versión, desde el momento de la independencia se estaba gestando una nación criolla con identidad y orgullo patrio. Es decir, de acuerdo a la letra oficial todo el legado nativo de la gran Colombia se funde con el colonial en lo criollo.
Otro uso de la palabra criollo es para la gallina criolla, que es más pequeña y que se degusta al preparar el sancocho de gallina criolla. Algo similar ocurre con el pato criollo (Cairina moschata domestica) que es el pato doméstico originario de América tropical, domesticado por los indígenas desde tiempos precolombinos. En estos casos, el término criollo significa vernáculo o autóctono, que es la acepción más común de la palabra en estas latitudes.
Francia y Portugal[editar]En Francia se denominó tradicionalmente "créole" al blanco nacido en cualquiera de sus colonias, aunque no fuese en América. Todavía en la ex-colonia francesas (como Haití o Quebec) o en las actuales dependencias francesas (Guayana francesa, Martinica, Reunión, Mayotte, Nueva Caledonia etc.) se denomina creole a la lengua basada en el francés aunque localmente diferenciada de tal idioma o a las formas de cultura o a las personas (casi siempre mestizas) en las que predominan los orígenes franceses.
En las excolonias portuguesas de África (independizadas en el año 1974) la palabra criollo (creol, crioulo) ha tendido a designar a las poblaciones homogeneizadas de "blancos" o "caucásicos" con melanoafricanos o "negros", es decir de los llamados tradicionalmente y vulgarmente "mulatos", esto se nota especialmente en Cabo Verde donde toda la población es miogénica de caucásicos europeos y melanoafricanos o africanos "negros".