1730. Pomallacta (pueblo cercano a Alausí).- Los indígenas protestaron contra el cobro de tributos y la prisión de un grupo de indígenas opuestos a la ocupación de tierras comunales por parte de un grupo de españoles.
1760. Alausí.- Hubo un tumulto de los indígenas por defender a uno de los suyos, Tomás Asitimbay, que había entrado en disputa con el cura párroco de Guasuntos, huido de su comunidad y refugiado en Alausí. Como debiera tributos, se envió a la autoridad civil y al ayudante del párroco a traerlo de vuelta a Guasuntos. Temiendo un castigo, el indígena se refugió en la iglesia, pero aún de allí fue sacado y entregado a quienes lo buscaban, más en el camino fue rescatado, violentamente por otros indígenas. Sin embargo las autoridades españolas no hallaron mérito para un proceso judicial por sedición.
1764. Riobamba.- Habiendo caído la producción de las haciendas, dispuso el gobierno español que en adelante no solo los indígenas por el usufructo de las tierras de sus comunidades nativas (“llactayos”), sino también los que habían llegado a las ciudades (“forasteros”) debían prestar servicio gratuito en las haciendas (mita). Muchos habían huido a la ciudades para no verse obligados a esa prestación de casi esclavitud pero ahora se pretendía incluirlos en ella. Y el primer paso fue hacer una numeración (censo) de los indígenas.
Una sublevación en todo orden tuvo lugar en marzo de 1764. Un indígena arrebató de las manos el decreto de la mita a la autoridad española y lo rompió, siguió un tumulto y en los días siguientes una rebelión que incluyó la toma de Riobamba. Entre los indígenas corrió el rumor de que el censo era también para marcar a fuego vivo, con marca de hierro, como si fueran reses, a sus hijos para hacerlos esclavos y el alzamiento se generalizó.
Destaca el autor la organización indígena. Para sus protestas se convocaban desde las alturas con quipas (caracolas) y bocinas. Acudían a los pueblos llegaron a tomar Riobamba, dispuestos en una forma podría decirse militar: atacaban, preferentemente, con hondas con las que lanzaban piedras y las mujeres les abastecían de ellas. Se quemaron y saquearon algunas casas. En los enfrentamientos hubo algunos indígenas muertos.
1766. San Miguel de Molletambo.- Exasperados por el pago de impuestos, los indígenas dieron muerte a dos de los encargados de recaudar los tributos y se enfrentaron a las autoridades. Cuatro dirigentes indígenas fueron juzgados y ahorcados.
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esthersita11
lo puedes encontrar en esta pag: http://www.elmercurio.com.ec/439431-las-sublevaciones-indigenas-durante-la-colonia-espanola/#.V4RQ5Wh97IU
1730. Pomallacta (pueblo cercano a Alausí).- Los indígenas protestaron contra el cobro de tributos y la prisión de un grupo de indígenas opuestos a la ocupación de tierras comunales por parte de un grupo de españoles.
1760. Alausí.- Hubo un tumulto de los indígenas por defender a uno de los suyos, Tomás Asitimbay, que había entrado en disputa con el cura párroco de Guasuntos, huido de su comunidad y refugiado en Alausí. Como debiera tributos, se envió a la autoridad civil y al ayudante del párroco a traerlo de vuelta a Guasuntos. Temiendo un castigo, el indígena se refugió en la iglesia, pero aún de allí fue sacado y entregado a quienes lo buscaban, más en el camino fue rescatado, violentamente por otros indígenas. Sin embargo las autoridades españolas no hallaron mérito para un proceso judicial por sedición.
1764. Riobamba.- Habiendo caído la producción de las haciendas, dispuso el gobierno español que en adelante no solo los indígenas por el usufructo de las tierras de sus comunidades nativas (“llactayos”), sino también los que habían llegado a las ciudades (“forasteros”) debían prestar servicio gratuito en las haciendas (mita). Muchos habían huido a la ciudades para no verse obligados a esa prestación de casi esclavitud pero ahora se pretendía incluirlos en ella. Y el primer paso fue hacer una numeración (censo) de los indígenas.
Una sublevación en todo orden tuvo lugar en marzo de 1764. Un indígena arrebató de las manos el decreto de la mita a la autoridad española y lo rompió, siguió un tumulto y en los días siguientes una rebelión que incluyó la toma de Riobamba. Entre los indígenas corrió el rumor de que el censo era también para marcar a fuego vivo, con marca de hierro, como si fueran reses, a sus hijos para hacerlos esclavos y el alzamiento se generalizó.
Destaca el autor la organización indígena. Para sus protestas se convocaban desde las alturas con quipas (caracolas) y bocinas. Acudían a los pueblos llegaron a tomar Riobamba, dispuestos en una forma podría decirse militar: atacaban, preferentemente, con hondas con las que lanzaban piedras y las mujeres les abastecían de ellas. Se quemaron y saquearon algunas casas. En los enfrentamientos hubo algunos indígenas muertos.
1766. San Miguel de Molletambo.- Exasperados por el pago de impuestos, los indígenas dieron muerte a dos de los encargados de recaudar los tributos y se enfrentaron a las autoridades. Cuatro dirigentes indígenas fueron juzgados y ahorcados.
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