Prisionero sin horizonte Oigo los ruidos de la calle Y veo sólo un cielo hostil Y el blanco muro de mi cárcel
Huye la tarde en mi prisión Una dulce lámpara arde Estamos solos en mi celda Bella luz razón adorable
Autor: Guillaume Apollinaire
EL VIENTO, EL VIENTO ALTO
El viento, alto en su elemento Me hace más solo -no me estoy Lamentando, él se tiene que lamentar.
Es un sonido abstracto, insondable venido del elusivo fin del mundo. Profundo es su significado.
Me habla el todo inexistente en él, Cómo la virtud no es un escudo, y Cómo la mejor es estar en silencio.
Autor: Fernando Pessoa
IV
¡Los suspiros son aire y van al aire! ¡Las lágrimas son agua y van al mar! Dime, mujer: cuando el amor se olvida, ¿sabes tú a dónde va?
Autor: Gustavo Adolfo Bécquer
MATAN LO QUE AMAN
Y todos los hombres matan lo que aman, que lo oiga todo el mundo, unos lo hacen con una mirada amarga, otros con una palabra zalamera; el cobarde con un beso, ¡El valiente con una espada!
Autor: Oscar Wilde
SABER LLEVAR NUESTRA PORCIÓN DE NOCHE
Saber llevar nuestra porción de noche o de mañana pura; llenar nuestro vacío con desprecio, llenarlo de ventura.
Aquí una estrella, y otra estrella lejos: alguna se extravía. Aquí una niebla, más allá otra niebla, pero después el día.
Autor: Emily Dickinson
LA PALOMA
Se equivocó la paloma, se equivocaba. Por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era el agua. Creyó que el mar era el cielo que la noche la mañana. Que las estrellas rocío, que la calor la nevada. Que tu falda era tu blusa, que tu corazón su casa. (Ella se durmió en la orilla, tú en la cumbre de una rama.)
Autor: Rafael Alberti
MORIR NO DUELE MUCHO
Morir no duele mucho: nos duele más la vida. Pero el morir es cosa diferente, tras la puerta escondida:
La costumbre del sur, cuando los pájaros antes que el hielo venga, van a un clima mejor. Nosotros somos pájaros que se quedan:
Los temblorosos junto al umbral campesino, que la migaja buscan, brindada avaramente, hasta que ya la nieve piadosa hacia el hogar nos empuja las plumas.
Autor: Emily Dickinson
LA NIÑA ROSA, SENTADA...
La niña rosa, sentada. Sobre su falda, como una flor, abierto, un atlas. ¡Cómo la miraba yo viajar, desde mi balcón! Su dedo, blanco velero, desde las islas Canarias iba a morir al mar Negro. ¡Cómo la miraba yo morir, desde mi balcón!. La niña, rosa sentada. Sobre su falda, como una flor, cerrado, un atlas. Por el mar de la tarde van las nubes llorando rojas islas de sangre.
Autor: Rafael Alberti
XII
Lo que el salvaje que con torpe mano hace de un tronco a su capricho un dios y luego ante su obra se arrodilla, eso hicimos tú y yo.
Dimos formas reales a un fantasma, de la mente ridícula invención y hecho el ídolo ya, sacrificamos en su altar nuestro amor.
Prisionero sin horizonte
Oigo los ruidos de la calle
Y veo sólo un cielo hostil
Y el blanco muro de mi cárcel
Huye la tarde en mi prisión
Una dulce lámpara arde
Estamos solos en mi celda
Bella luz razón adorable
Autor: Guillaume Apollinaire
EL VIENTO, EL VIENTO ALTO
El viento, alto en su elemento
Me hace más solo -no me estoy
Lamentando, él se tiene que lamentar.
Es un sonido abstracto, insondable
venido del elusivo fin del mundo.
Profundo es su significado.
Me habla el todo inexistente en él,
Cómo la virtud no es un escudo, y
Cómo la mejor es estar en silencio.
Autor: Fernando Pessoa
IV
¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú a dónde va?
Autor: Gustavo Adolfo Bécquer
MATAN LO QUE AMAN
Y todos los hombres matan lo que aman,
que lo oiga todo el mundo,
unos lo hacen con una mirada amarga,
otros con una palabra zalamera;
el cobarde con un beso,
¡El valiente con una espada!
Autor: Oscar Wilde
SABER LLEVAR NUESTRA PORCIÓN DE NOCHE
Saber llevar nuestra porción de noche
o de mañana pura;
llenar nuestro vacío con desprecio,
llenarlo de ventura.
Aquí una estrella, y otra estrella lejos:
alguna se extravía.
Aquí una niebla, más allá otra niebla,
pero después el día.
Autor: Emily Dickinson
LA PALOMA
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
(Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)
Autor: Rafael Alberti
MORIR NO DUELE MUCHO
Morir no duele mucho:
nos duele más la vida.
Pero el morir es cosa diferente,
tras la puerta escondida:
La costumbre del sur, cuando los pájaros
antes que el hielo venga,
van a un clima mejor. Nosotros somos
pájaros que se quedan:
Los temblorosos junto al umbral campesino,
que la migaja buscan,
brindada avaramente, hasta que ya la nieve
piadosa hacia el hogar nos empuja las plumas.
Autor: Emily Dickinson
LA NIÑA ROSA, SENTADA...
La niña rosa, sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
abierto, un atlas.
¡Cómo la miraba yo
viajar, desde mi balcón!
Su dedo, blanco velero,
desde las islas Canarias
iba a morir al mar Negro.
¡Cómo la miraba yo
morir, desde mi balcón!.
La niña, rosa sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
cerrado, un atlas.
Por el mar de la tarde
van las nubes llorando
rojas islas de sangre.
Autor: Rafael Alberti
XII
Lo que el salvaje que con torpe mano
hace de un tronco a su capricho un dios
y luego ante su obra se arrodilla,
eso hicimos tú y yo.
Dimos formas reales a un fantasma,
de la mente ridícula invención
y hecho el ídolo ya, sacrificamos
en su altar nuestro amor.
Autor: Gustavo Adolfo Bécquer