Durante los primeros años de conquista por parte de los españoles, en esta Aldea vivía solamente algunas familias indígenas.
Sucedió que, un día cuando algunos indígenas regresaban de sus labores en el camino encontraron sobre el tronco de un árbol de guacimo, una estatua de la virgen de los Serafines tallada en madera, la que ante el asombro de todos llevaron muy contentos a su Aldea.
Al día siguiente, los indígenas se sorprendieron mucho cuando descubrieron que la estatua de la virgen no estaba en el sitio donde la dejaron el día anterior y entonces creyeron que alguien se la había robado.
Muy tristes, se fueron a sus labores. Sin embargo al regresar nuevamente a la Aldea volvieron a encontrar la estatua de la Virgen en el mismo lugar del bosque donde la habían encontrado el día anterior. Sorprendidos por el acontecimiento, los indígenas decidieron entonces llevar de nuevo la estatua a su Aldea. Pero la historia del día anterior se repitió una y otra vez.
Sin entender lo que sucedía, los indígenas hicieron muchos intentos por mantener la estatua de La Virgen en su Aldea, pero todo fue en vano. La imagen siempre desaparecía del lugar y aparecía en el mismo sitio donde la encontraron la primera vez. Intentaron de muchas formas que La Virgen se quedara con ellos en la Aldea, incluso la amarraron y la golpearon para que no se fuera, pero fue inútil, siempre desaparecía.
Después de tantos intentos, los indígenas finalmente entendieron que La Reina del Cielo deseaba que se le construyera un templo en el lugar donde ella fue encontrada la primera vez. Fue por eso que en ese sitio se construyo la iglesia y todos los aldeanos se mudaron a vivir en los alrededores del templo para estar cerca de la Virgen, y fue así como se dice que nació el pueblo que hoy conocemos como Teupasenti.
Esta leyenda sobre la fundación de Teupasenti para muchos es solamente eso, una leyenda. Pero para otros es una realidad y hasta se dice que la imagen de la virgen encontrada, bautizada con el nombre de Nuestra Señora de los Ángeles, mantuvo durante muchos años las marcas de las abolladuras y los golpes que le habían dado los indígenas para evitar que se fuera de la Aldea, pero estas fueron borradas luego de su restauración.
También se dice, que no hace mucho tiempo atrás, en medio de unos maizales de la Aldea de Veracruz aun existían las ruinas de las viejas paredes de adobe de la vieja iglesia que los indígenas construyeron para la virgen. No sabemos si esto es cierto, pero antes de NO creer es mejor ver, o lo que es mejor debemos respetar las creencias de los demás.
Explicación:
Durante los primeros años de conquista por parte de los españoles, en esta Aldea vivía solamente algunas familias indígenas.
Sucedió que, un día cuando algunos indígenas regresaban de sus labores en el camino encontraron sobre el tronco de un árbol de guacimo, una estatua de la virgen de los Serafines tallada en madera, la que ante el asombro de todos llevaron muy contentos a su Aldea.
Al día siguiente, los indígenas se sorprendieron mucho cuando descubrieron que la estatua de la virgen no estaba en el sitio donde la dejaron el día anterior y entonces creyeron que alguien se la había robado.
Muy tristes, se fueron a sus labores. Sin embargo al regresar nuevamente a la Aldea volvieron a encontrar la estatua de la Virgen en el mismo lugar del bosque donde la habían encontrado el día anterior. Sorprendidos por el acontecimiento, los indígenas decidieron entonces llevar de nuevo la estatua a su Aldea. Pero la historia del día anterior se repitió una y otra vez.
Sin entender lo que sucedía, los indígenas hicieron muchos intentos por mantener la estatua de La Virgen en su Aldea, pero todo fue en vano. La imagen siempre desaparecía del lugar y aparecía en el mismo sitio donde la encontraron la primera vez. Intentaron de muchas formas que La Virgen se quedara con ellos en la Aldea, incluso la amarraron y la golpearon para que no se fuera, pero fue inútil, siempre desaparecía.
Después de tantos intentos, los indígenas finalmente entendieron que La Reina del Cielo deseaba que se le construyera un templo en el lugar donde ella fue encontrada la primera vez. Fue por eso que en ese sitio se construyo la iglesia y todos los aldeanos se mudaron a vivir en los alrededores del templo para estar cerca de la Virgen, y fue así como se dice que nació el pueblo que hoy conocemos como Teupasenti.
Esta leyenda sobre la fundación de Teupasenti para muchos es solamente eso, una leyenda. Pero para otros es una realidad y hasta se dice que la imagen de la virgen encontrada, bautizada con el nombre de Nuestra Señora de los Ángeles, mantuvo durante muchos años las marcas de las abolladuras y los golpes que le habían dado los indígenas para evitar que se fuera de la Aldea, pero estas fueron borradas luego de su restauración.
También se dice, que no hace mucho tiempo atrás, en medio de unos maizales de la Aldea de Veracruz aun existían las ruinas de las viejas paredes de adobe de la vieja iglesia que los indígenas construyeron para la virgen. No sabemos si esto es cierto, pero antes de NO creer es mejor ver, o lo que es mejor debemos respetar las creencias de los demás.