En 2015, más de 98 millones de personas de Asia y el Pacífico vivían fuera de sus países de nacimiento, lo que representa el 40% del total de migrantes del mundo. En la región, los migrantes desempeñan un papel diverso, dinámico y productivo dado que contribuyen a los países de acogida y de origen, añaden valor a los sectores productivos y al bienestar de los hogares y fortalecen la balanza de pagos.
Los migrantes colman las lagunas existentes en el mercado laboral y en la disponibilidad de conocimientos, de forma que refuerzan la competitividad y el crecimiento. La migración es beneficiosa para los países que se enfrentan a una reducción de la población en edad de trabajar y también podría contribuir a solventar los problemas que plantea el aumento de la población joven en algunos países de la región. El primer grupo de países son generadores de demanda, mientras que los segundos podrían constituir centros dinámicos que ofrecen mano de obra, siempre que se promuevan adecuadamente sus aptitudes.
En resumen, la migración es beneficiosa para todos si se gestiona correctamente. Sin embargo, la percepción de la migración es, en gran medida, negativa, debido al temor a que se distribuyan los costos y beneficios de forma desigual, es decir, a que los migrantes "quiten" puestos de trabajo o generen contención salarial. Sin embargo, la evidencia muestra una imagen más matizada. La migración puede propiciar un aumento de la tasa de crecimiento del PIB en los países de destino, el incremento de los salarios de los migrantes, y la expansión de los beneficios indirectos de las remesas para los países de origen. El informe sobre las migraciones en Asia y el Pacífico de 2015, elaborado por la CESPAP, confirma que los migrantes han contribuido hasta un 6% del PIB en Tailandia, lo que representa entre 6.000 y 24.000 millones de dólares de los Estados Unidos en 2014. En Malasia, un aumento por término medio de 10 trabajadores migratorios va asociado al empleo adicional de 4 malasios. En Singapur, los migrantes han contrarrestado la reducción de la población en edad de trabajar y han fortalecido las finanzas públicas, ya que han contribuido hasta un 25% del impuesto sobre la renta.
Respuesta:
Explicación:
En 2015, más de 98 millones de personas de Asia y el Pacífico vivían fuera de sus países de nacimiento, lo que representa el 40% del total de migrantes del mundo. En la región, los migrantes desempeñan un papel diverso, dinámico y productivo dado que contribuyen a los países de acogida y de origen, añaden valor a los sectores productivos y al bienestar de los hogares y fortalecen la balanza de pagos.
Los migrantes colman las lagunas existentes en el mercado laboral y en la disponibilidad de conocimientos, de forma que refuerzan la competitividad y el crecimiento. La migración es beneficiosa para los países que se enfrentan a una reducción de la población en edad de trabajar y también podría contribuir a solventar los problemas que plantea el aumento de la población joven en algunos países de la región. El primer grupo de países son generadores de demanda, mientras que los segundos podrían constituir centros dinámicos que ofrecen mano de obra, siempre que se promuevan adecuadamente sus aptitudes.
En resumen, la migración es beneficiosa para todos si se gestiona correctamente. Sin embargo, la percepción de la migración es, en gran medida, negativa, debido al temor a que se distribuyan los costos y beneficios de forma desigual, es decir, a que los migrantes "quiten" puestos de trabajo o generen contención salarial. Sin embargo, la evidencia muestra una imagen más matizada. La migración puede propiciar un aumento de la tasa de crecimiento del PIB en los países de destino, el incremento de los salarios de los migrantes, y la expansión de los beneficios indirectos de las remesas para los países de origen. El informe sobre las migraciones en Asia y el Pacífico de 2015, elaborado por la CESPAP, confirma que los migrantes han contribuido hasta un 6% del PIB en Tailandia, lo que representa entre 6.000 y 24.000 millones de dólares de los Estados Unidos en 2014. En Malasia, un aumento por término medio de 10 trabajadores migratorios va asociado al empleo adicional de 4 malasios. En Singapur, los migrantes han contrarrestado la reducción de la población en edad de trabajar y han fortalecido las finanzas públicas, ya que han contribuido hasta un 25% del impuesto sobre la renta.