Dopamina. La dopamina es uno de los neurotransmisores más conocidos, aunque es más famoso por su papel como hormona que por el que tiene realmente como transmisor de impulsos eléctricos. ...
La dopamina es uno de los neurotransmisores más conocidos, aunque es más famoso por su papel como hormona que por el que tiene realmente como transmisor de impulsos eléctricos. La dopamina se genera únicamente en el cerebro y cumple con funciones muy importantes.
Es imprescindible para regular el sistema musculoesquelético, pues regula la comunicación a través del sistema central para que la información llegue después a todos los músculos motores del cuerpo. Por lo tanto, la dopamina permite la coordinación del movimiento.
Además, se conoce como la hormona (o neurotransmisor) “de la felicidad”, y es que al permitir la comunicación entre las neuronas del sistema nervioso central, también tiene una gran influencia en la conducta, siendo responsable de propiciar la sensación de placer, bienestar, relajación y, en definitiva, de felicidad.
La dopamina también es muy importante para, gracias a esta comunicación entre neuronas del sistema nervioso central que propicia, favorecer la memorización, la concentración, la atención y el aprendizaje.
2. Adrenalina
La adrenalina es un neurotransmisor que se sintetiza cuando estamos ante situaciones de estrés. Y es que “enciende” los mecanismos de supervivencia de nuestro organismo: acelera el ritmo cardíaco, dilata las pupilas, aumenta la sensibilidad de nuestros sentidos, inhibe las funciones fisiológicas no imprescindibles en un momento de peligro (como por ejemplo la digestión), acelera el pulso, incrementa la respiración, etc.
3. Serotonina: Igual que sucede con los dos anteriores, la serotonina también funciona como hormona. Sintetizada por las neuronas del sistema nervioso central, su principal función es la de regular la actividad de otros neurotransmisores, por lo que está implicada en el control de muchos procesos fisiológicos distintos: regula la ansiedad y el estrés, controla la temperatura corporal, regula los ciclos de sueño, controla el apetito, incrementa o reduce el deseo sexual, regula el estado de ánimo, controla la digestión, etc.
Dopamina. La dopamina es uno de los neurotransmisores más conocidos, aunque es más famoso por su papel como hormona que por el que tiene realmente como transmisor de impulsos eléctricos. ...
Adrenalina. ...
Serotonina. ...
Noradrenalina. ...
GABA. ...
Acetilcolina. ...
Glutamato. ...
Histamina.
1. Dopamina
Dopamina
La dopamina es uno de los neurotransmisores más conocidos, aunque es más famoso por su papel como hormona que por el que tiene realmente como transmisor de impulsos eléctricos. La dopamina se genera únicamente en el cerebro y cumple con funciones muy importantes.
Es imprescindible para regular el sistema musculoesquelético, pues regula la comunicación a través del sistema central para que la información llegue después a todos los músculos motores del cuerpo. Por lo tanto, la dopamina permite la coordinación del movimiento.
Además, se conoce como la hormona (o neurotransmisor) “de la felicidad”, y es que al permitir la comunicación entre las neuronas del sistema nervioso central, también tiene una gran influencia en la conducta, siendo responsable de propiciar la sensación de placer, bienestar, relajación y, en definitiva, de felicidad.
La dopamina también es muy importante para, gracias a esta comunicación entre neuronas del sistema nervioso central que propicia, favorecer la memorización, la concentración, la atención y el aprendizaje.
2. Adrenalina
La adrenalina es un neurotransmisor que se sintetiza cuando estamos ante situaciones de estrés. Y es que “enciende” los mecanismos de supervivencia de nuestro organismo: acelera el ritmo cardíaco, dilata las pupilas, aumenta la sensibilidad de nuestros sentidos, inhibe las funciones fisiológicas no imprescindibles en un momento de peligro (como por ejemplo la digestión), acelera el pulso, incrementa la respiración, etc.
3. Serotonina: Igual que sucede con los dos anteriores, la serotonina también funciona como hormona. Sintetizada por las neuronas del sistema nervioso central, su principal función es la de regular la actividad de otros neurotransmisores, por lo que está implicada en el control de muchos procesos fisiológicos distintos: regula la ansiedad y el estrés, controla la temperatura corporal, regula los ciclos de sueño, controla el apetito, incrementa o reduce el deseo sexual, regula el estado de ánimo, controla la digestión, etc.
Explicación: ahí esta crack