Por ejemplo, una lavadora que funciona más ruidosamente de lo normal, una nevera que comienza a gotear, una secadora que parece no secar la ropa o un horno que requiere el doble de tiempo de precalentamiento son algunas señales de que es necesaria una reparación.
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Por ejemplo, una lavadora que funciona más ruidosamente de lo normal, una nevera que comienza a gotear, una secadora que parece no secar la ropa o un horno que requiere el doble de tiempo de precalentamiento son algunas señales de que es necesaria una reparación.