1- Abandono de los estudiosPara muchos padres, el principal objetivo de los adolescentes es formarse adecuadamente, de tal manera que en el futuro puedan desarrollar una buena vida laboral y encontrar las oportunidades necesarias para conseguir una carrera satisfactoria. Sin embargo, debido a muchos factores distintos, cada vez son más los jóvenes que dejan de lado sus estudios.
Esta conducta de riesgo puede parecer relativamente inofensiva a primera vista; pero en realidad es una de las que provocan consecuencias más graves a largo plazo. Numerosos estudios muestran que los malos resultados a nivel académico correlacionan con un menor nivel de ingresos y mayor precariedad laboral en el futuro.
El abandono de los estudios puede producirse de muchas maneras distintas. Esta conducta puede ser algo tan simple como estudiar menos de lo necesario, de tal manera que las notas se resientan; o algo tan grave como dejar de ir a clase por completo. En cualquier caso, los padres y docentes deben estar atentos a este tipo de comportamientos para ponerles remedio tan pronto como aparezcan.
2- Actividad sexual de riesgo
Explorar el sexo es una de las actividades más importantes de la adolescencia para la mayoría de individuos. Cuando entran en esta etapa, por primera vez las personas se sienten atraídas por otras, y aparece el impulso de relacionarse con otros de manera romántica, afectiva y sexual. Esto no solo es normal, sino que en casi todos los casos se trata de algo positivo.
Sin embargo, el sexo es una actividad que implica bastantes riesgos si no se lleva a cabo con precaución. Existen muchas consecuencias negativas posibles, entre las que se encuentran los embarazos no deseados, las enfermedades de transmisión sexual, e incluso algunas de tipo puramente social y emocional.
Debido a ello, tanto los padres como los educadores tienen la responsabilidad de educar a los más jóvenes sobre las posibles consecuencias del sexo no seguro; de la importancia de escoger bien a las propias parejas sexuales, de utilizar preservativo y de centrarse en el propio bienestar y el de la otra persona en todo momento. Solo de esta forma es posible evitar la mayoría de consecuencias negativas de esta actividad.
3- Consumo de alcoholEs prácticamente imposible pensar en la adolescencia y no asociar esta época con el alcohol. Casi todas las actividades sociales de las personas en esta franja de edad tienen que ver con su consumo: pasando por botellones, fiestas o salidas a discotecas, muy pocos jóvenes se dan cuenta de los peligros de esta sustancia.
Y es que a pesar de ser aceptado socialmente, el alcohol no deja de ser una droga; y una de las que provoca los efectos más negativos. Por ejemplo, el síndrome de abstinencia del alcohol es uno de los pocos que pueden causar la muerte; y lo mismo ocurre con su sobredosis, a la que es relativamente sencillo llegar.
Por eso, es fundamental educar a los adolescentes sobre los peligros del abuso del alcohol, su adicción y los efectos que ambos pueden tener sobre sus vidas a largo plazo.
4- FumarA pesar de que el uso del tabaco ya no está tan extendido como antiguamente, lo cierto es que todavía son muchos los adolescentes que deciden empezar a fumar. Normalmente lo hacen como consecuencia de distintos tipos de presión social, o con la intención de parecer más atractivos o interesantes.
Sin embargo, hoy en día sabemos que las consecuencias a largo plazo de fumar son extremadamente negativas. La más conocida es el cáncer de pulmón, pero existen muchas otras, como la pérdida de capacidad pulmonar, la impotencia, la caída del cabello o el daño permanente a huesos y músculos.
5- Uso de drogas recreativasLa gran mayoría de jóvenes limitan sus experiencias con las drogas al alcohol y al tabaco; pero un pequeño porcentaje de ellos deciden ir un paso más allá y se lanzan a experimentar con otras sustancias más potentes. Desde cannabis (la droga de consumo más habitual) hasta éxtasis, cocaína o LSD, son muchas las tentaciones de los más jóvenes en este sentido.
Por desgracia, se ha comprobado que la única manera realmente efectiva de prevenir el uso de drogas en los adolescentes es la concienciación, y la creación de un estilo de vida saludable y en el que los jóvenes tengan un apoyo social adecuado. Solo de esta forma se pueden evitar las terribles consecuencias derivadas del abuso de sustancias de este tipo.
Explicación:
1- Abandono de los estudiosPara muchos padres, el principal objetivo de los adolescentes es formarse adecuadamente, de tal manera que en el futuro puedan desarrollar una buena vida laboral y encontrar las oportunidades necesarias para conseguir una carrera satisfactoria. Sin embargo, debido a muchos factores distintos, cada vez son más los jóvenes que dejan de lado sus estudios.
Esta conducta de riesgo puede parecer relativamente inofensiva a primera vista; pero en realidad es una de las que provocan consecuencias más graves a largo plazo. Numerosos estudios muestran que los malos resultados a nivel académico correlacionan con un menor nivel de ingresos y mayor precariedad laboral en el futuro.
El abandono de los estudios puede producirse de muchas maneras distintas. Esta conducta puede ser algo tan simple como estudiar menos de lo necesario, de tal manera que las notas se resientan; o algo tan grave como dejar de ir a clase por completo. En cualquier caso, los padres y docentes deben estar atentos a este tipo de comportamientos para ponerles remedio tan pronto como aparezcan.
2- Actividad sexual de riesgo
Explorar el sexo es una de las actividades más importantes de la adolescencia para la mayoría de individuos. Cuando entran en esta etapa, por primera vez las personas se sienten atraídas por otras, y aparece el impulso de relacionarse con otros de manera romántica, afectiva y sexual. Esto no solo es normal, sino que en casi todos los casos se trata de algo positivo.
Sin embargo, el sexo es una actividad que implica bastantes riesgos si no se lleva a cabo con precaución. Existen muchas consecuencias negativas posibles, entre las que se encuentran los embarazos no deseados, las enfermedades de transmisión sexual, e incluso algunas de tipo puramente social y emocional.
Debido a ello, tanto los padres como los educadores tienen la responsabilidad de educar a los más jóvenes sobre las posibles consecuencias del sexo no seguro; de la importancia de escoger bien a las propias parejas sexuales, de utilizar preservativo y de centrarse en el propio bienestar y el de la otra persona en todo momento. Solo de esta forma es posible evitar la mayoría de consecuencias negativas de esta actividad.
3- Consumo de alcoholEs prácticamente imposible pensar en la adolescencia y no asociar esta época con el alcohol. Casi todas las actividades sociales de las personas en esta franja de edad tienen que ver con su consumo: pasando por botellones, fiestas o salidas a discotecas, muy pocos jóvenes se dan cuenta de los peligros de esta sustancia.
Y es que a pesar de ser aceptado socialmente, el alcohol no deja de ser una droga; y una de las que provoca los efectos más negativos. Por ejemplo, el síndrome de abstinencia del alcohol es uno de los pocos que pueden causar la muerte; y lo mismo ocurre con su sobredosis, a la que es relativamente sencillo llegar.
Por eso, es fundamental educar a los adolescentes sobre los peligros del abuso del alcohol, su adicción y los efectos que ambos pueden tener sobre sus vidas a largo plazo.
4- FumarA pesar de que el uso del tabaco ya no está tan extendido como antiguamente, lo cierto es que todavía son muchos los adolescentes que deciden empezar a fumar. Normalmente lo hacen como consecuencia de distintos tipos de presión social, o con la intención de parecer más atractivos o interesantes.
Sin embargo, hoy en día sabemos que las consecuencias a largo plazo de fumar son extremadamente negativas. La más conocida es el cáncer de pulmón, pero existen muchas otras, como la pérdida de capacidad pulmonar, la impotencia, la caída del cabello o el daño permanente a huesos y músculos.
5- Uso de drogas recreativasLa gran mayoría de jóvenes limitan sus experiencias con las drogas al alcohol y al tabaco; pero un pequeño porcentaje de ellos deciden ir un paso más allá y se lanzan a experimentar con otras sustancias más potentes. Desde cannabis (la droga de consumo más habitual) hasta éxtasis, cocaína o LSD, son muchas las tentaciones de los más jóvenes en este sentido.
Por desgracia, se ha comprobado que la única manera realmente efectiva de prevenir el uso de drogas en los adolescentes es la concienciación, y la creación de un estilo de vida saludable y en el que los jóvenes tengan un apoyo social adecuado. Solo de esta forma se pueden evitar las terribles consecuencias derivadas del abuso de sustancias de este tipo.