Es algo fundamental y que nos han dicho mil veces, pero aún así lo seguimos haciendo… No dejes los aparatos eléctricos encendidos cuando no los estés usando y tampoco los dejes en stand-by, ya que siguen gastando y, aunque no disparará tu factura supone nada menos que un 12% de la factura de electricidad, y eso se nota.
Agua fría en vez de caliente
El agua caliente supone un cuarto del consumo energético de una vivienda normal. Por eso, cualquier mejora a este respecto nos ayudará a reducir la factura sustancialmente. Lo mejor son los grifos mono mando que permiten mezclar agua fría y caliente, y usar el agua fría siempre que se pueda (además, es mucho más saludable para la piel). Revisa también el gasto de agua de tu lavadora y lavavajillas.
Revisa las instalaciones
La revisión de las instalaciones (gas, electricidad, etc.) es necesaria tanto por motivos de seguridad como para evitar gastos excesivos. En casas nuevas la revisión se debe hacer cada 10 años, mientras que las que tienen más de 25 años, hay que hacerla cada 5 años. Te recomendamos que antes de nada compares presupuestos y acudas siempre a profesionales y empresas acreditadas, así evitarás sorpresas desagradables.
Recorta la factura telefónica
Compara las distintas tarifas telefónicas que hay en el mercado (que hoy en día son muchas) y elige la que mejor se adapte al uso que haces del teléfono. Los paquetes que incluyen línea fija, línea móvil e Internet (a veces también televisión) suelen salir bastante más económicos que contratarlo todo por separado. Sobre todo, mira y compara y ¡ojo con las permanencias!
Planifica tu gasto mensual
¿Has pensado alguna vez, en qué se te va el dinero? ¿Controlas tus gastos y ahorros o vas improvisando? Te proponemos que hagas un planning mensual (a finales del mes anterior o el primer día de cada mes) y trates de ajustarte lo más posible a él. Así sabrás lo que gastas, en qué lo gastas, gestionarás mejor tu dinero y llegarás menos agobiado a fin de mes. Lo puedes hacer a través de una de las muchas aplicaciones online que hay o simplemente a través de una hoja Excel o… a la antigua usanza: ¡apuntándolo en un cuaderno!
Ejemplos de ahorros:
No despilfarres electricidad
Es algo fundamental y que nos han dicho mil veces, pero aún así lo seguimos haciendo… No dejes los aparatos eléctricos encendidos cuando no los estés usando y tampoco los dejes en stand-by, ya que siguen gastando y, aunque no disparará tu factura supone nada menos que un 12% de la factura de electricidad, y eso se nota.
Agua fría en vez de caliente
El agua caliente supone un cuarto del consumo energético de una vivienda normal. Por eso, cualquier mejora a este respecto nos ayudará a reducir la factura sustancialmente. Lo mejor son los grifos mono mando que permiten mezclar agua fría y caliente, y usar el agua fría siempre que se pueda (además, es mucho más saludable para la piel). Revisa también el gasto de agua de tu lavadora y lavavajillas.
Revisa las instalaciones
La revisión de las instalaciones (gas, electricidad, etc.) es necesaria tanto por motivos de seguridad como para evitar gastos excesivos. En casas nuevas la revisión se debe hacer cada 10 años, mientras que las que tienen más de 25 años, hay que hacerla cada 5 años. Te recomendamos que antes de nada compares presupuestos y acudas siempre a profesionales y empresas acreditadas, así evitarás sorpresas desagradables.
Recorta la factura telefónica
Compara las distintas tarifas telefónicas que hay en el mercado (que hoy en día son muchas) y elige la que mejor se adapte al uso que haces del teléfono. Los paquetes que incluyen línea fija, línea móvil e Internet (a veces también televisión) suelen salir bastante más económicos que contratarlo todo por separado. Sobre todo, mira y compara y ¡ojo con las permanencias!
Planifica tu gasto mensual
¿Has pensado alguna vez, en qué se te va el dinero? ¿Controlas tus gastos y ahorros o vas improvisando? Te proponemos que hagas un planning mensual (a finales del mes anterior o el primer día de cada mes) y trates de ajustarte lo más posible a él. Así sabrás lo que gastas, en qué lo gastas, gestionarás mejor tu dinero y llegarás menos agobiado a fin de mes. Lo puedes hacer a través de una de las muchas aplicaciones online que hay o simplemente a través de una hoja Excel o… a la antigua usanza: ¡apuntándolo en un cuaderno!