Los indígenas americanos, ajenos a microorganismos portados por europeos y africanos, así como a los insectos propios de los animales introducidos a estas tierras (como caballos, vacas, cabras, cerdos, perros), fueron víctimas fáciles de los mismos.
Durante la toma de Tenochtitlan —mencionan las crónicas— la muerte de Cuitlahuac se debió a la viruela. Esta fue la primera pandemia (1521) que tocó y diezmó a la población de Mesoamérica, al parecer uno de los soldados de Cortés venía enfermo y fue la fuente del brote.
Para reproducirse requerían del contacto directo hombre-hombre que mataba o inmunizaba; su vía de entrada era cutáneo-mucosa y respiratoria. Atacaban a los grupos de edades que estuvieran fuera de la pandemia anterior y, muy rara vez se repetían en un individuo(2).
Los indígenas americanos, ajenos a microorganismos portados por europeos y africanos, así como a los insectos propios de los animales introducidos a estas tierras (como caballos, vacas, cabras, cerdos, perros), fueron víctimas fáciles de los mismos.
Durante la toma de Tenochtitlan —mencionan las crónicas— la muerte de Cuitlahuac se debió a la viruela. Esta fue la primera pandemia (1521) que tocó y diezmó a la población de Mesoamérica, al parecer uno de los soldados de Cortés venía enfermo y fue la fuente del brote.
Para reproducirse requerían del contacto directo hombre-hombre que mataba o inmunizaba; su vía de entrada era cutáneo-mucosa y respiratoria. Atacaban a los grupos de edades que estuvieran fuera de la pandemia anterior y, muy rara vez se repetían en un individuo(2).