Respuesta:El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés trajo como consecuencia un gran impulso misionero que llevó a la constitución de nuevas comunidades cristianas.
El libro de los Hechos muestra en varias ocasiones la acción majestuosa del Espíritu Santo en diversos líderes y comunidades. Tal es el caso de los diáconos escogidos para ministrar a las viudas, los cuales eran hombres llenos del Espíritu Santo y sabiduría (Hch. 6:3-5). El primer mártir Esteban era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo (Hch. 6:5). Felipe movido por el Espíritu Santo evangeliza y bautiza al etíope (Hch. 8:26). Ananías es un instrumento para que Pablo reciba el Espíritu Santo (Hch. 9:17).
Además vemos varios “mini-pentecostés”: en primer lugar durante la oración de Pedro y Juan en Samaria, texto donde volvemos a notar contraste entre el bautismo de Jesús y el Bautismo en el Espíritu Santo (Hch. 4:14-17). En segundo lugar el “mini-pentecostés” en la casa de Cornelio durante la enseñanza de Pedro, donde vemos que la promesa del Espíritu Santo es para todos (Hch. 10:44-48). Finalmente el “mini-pentecostés” de los discípulos de Éfeso por la oración de Pablo (Hch. 9:1-6).
Como católicos fundamos nuestra fe y experiencia en las Sagradas Escrituras, por lo tanto estos últimos tres pasajes nos llevan a concluir que los hombres y mujeres de las primeras comunidades cristianas recibieron una nueva efusión de Espíritu Santo, en lo cual nos basamos, los que promovemos el Bautismo en el Espíritu Santo, justificando que no es algo nuevo sino que es una experiencia que se dio en los inicios del cristianismo y a su vez es una promesa para toda la humanidad; por tanto debemos retomarla y promoverla hoy en día.
Debemos, al igual que las primeras comunidades cristianas, dejar que el Espíritu Santo se derrame de una manera nueva en nuestras vidas y que su acción nos mueva a vivir en amor en cada uno de nuestros grupos y comunidades
Respuesta:El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés trajo como consecuencia un gran impulso misionero que llevó a la constitución de nuevas comunidades cristianas.
El libro de los Hechos muestra en varias ocasiones la acción majestuosa del Espíritu Santo en diversos líderes y comunidades. Tal es el caso de los diáconos escogidos para ministrar a las viudas, los cuales eran hombres llenos del Espíritu Santo y sabiduría (Hch. 6:3-5). El primer mártir Esteban era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo (Hch. 6:5). Felipe movido por el Espíritu Santo evangeliza y bautiza al etíope (Hch. 8:26). Ananías es un instrumento para que Pablo reciba el Espíritu Santo (Hch. 9:17).
Además vemos varios “mini-pentecostés”: en primer lugar durante la oración de Pedro y Juan en Samaria, texto donde volvemos a notar contraste entre el bautismo de Jesús y el Bautismo en el Espíritu Santo (Hch. 4:14-17). En segundo lugar el “mini-pentecostés” en la casa de Cornelio durante la enseñanza de Pedro, donde vemos que la promesa del Espíritu Santo es para todos (Hch. 10:44-48). Finalmente el “mini-pentecostés” de los discípulos de Éfeso por la oración de Pablo (Hch. 9:1-6).
Como católicos fundamos nuestra fe y experiencia en las Sagradas Escrituras, por lo tanto estos últimos tres pasajes nos llevan a concluir que los hombres y mujeres de las primeras comunidades cristianas recibieron una nueva efusión de Espíritu Santo, en lo cual nos basamos, los que promovemos el Bautismo en el Espíritu Santo, justificando que no es algo nuevo sino que es una experiencia que se dio en los inicios del cristianismo y a su vez es una promesa para toda la humanidad; por tanto debemos retomarla y promoverla hoy en día.
Debemos, al igual que las primeras comunidades cristianas, dejar que el Espíritu Santo se derrame de una manera nueva en nuestras vidas y que su acción nos mueva a vivir en amor en cada uno de nuestros grupos y comunidades
Explicación: está largo pero vale la pena ♡