Un buen día de verano, estaban tres buenos amigos que estaban siempre juntos conversando mientras paseaban. Uno de ellos planteó qué pasaría en el futuro cuando sus caminos se separasen. Los otros dos se miraron y quedaron pensativos reflexionando a cerca de donde irían. Uno de ellos dijo en alto: “Seremos el agua, el fuego y la confianza”.
Tras unos instantes, el agua comentó: "A mi si algún día nuestros caminos se separan y queréis encontrarme, buscarme en algún lugar muy húmedo, por ejemplo un río o un prado." Los amigos asintieron con la cabeza.
Entonces prosiguió el fuego: "Chicos si algún día nos separamos y queréis hallarme, buscarme en lugares calurosos y secos." Los otros dos colegas se miraron y se sonrieron con complicidad.
Finalmente la confianza habló: “Pues si algún día nos separamos, no me busquéis, porque jamás volveréis a encontrarme”.
Moraleja: No defraudéis a la gente que amáis, porque la confianza nunca se recupera del todo. Se necesitan mucho tiempo para construirla y tan solos unos segundos para perderla.
Respuesta: 2
Erase una vez una zebra que nunca había visto un león, hasta que un día se lo encontró por la calle. Como era la primera vez que lo veía sintió un miedo espantoso. Otro día volvió a verlo y el león saludó amablemente a la zebra.
Ésta, por temor, salió corriendo. Al día siguiente volvieron a encontrarse y el león volvió a saludar a la zebra y le deseó un buen día. La zebra respondió al león, empezaron a hablar y al final, se convirtieron en grandes amigos.
Respuesta: 1
Un buen día de verano, estaban tres buenos amigos que estaban siempre juntos conversando mientras paseaban. Uno de ellos planteó qué pasaría en el futuro cuando sus caminos se separasen. Los otros dos se miraron y quedaron pensativos reflexionando a cerca de donde irían. Uno de ellos dijo en alto: “Seremos el agua, el fuego y la confianza”.
Tras unos instantes, el agua comentó: "A mi si algún día nuestros caminos se separan y queréis encontrarme, buscarme en algún lugar muy húmedo, por ejemplo un río o un prado." Los amigos asintieron con la cabeza.
Entonces prosiguió el fuego: "Chicos si algún día nos separamos y queréis hallarme, buscarme en lugares calurosos y secos." Los otros dos colegas se miraron y se sonrieron con complicidad.
Finalmente la confianza habló: “Pues si algún día nos separamos, no me busquéis, porque jamás volveréis a encontrarme”.
Moraleja: No defraudéis a la gente que amáis, porque la confianza nunca se recupera del todo. Se necesitan mucho tiempo para construirla y tan solos unos segundos para perderla.
Respuesta: 2
Erase una vez una zebra que nunca había visto un león, hasta que un día se lo encontró por la calle. Como era la primera vez que lo veía sintió un miedo espantoso. Otro día volvió a verlo y el león saludó amablemente a la zebra.
Ésta, por temor, salió corriendo. Al día siguiente volvieron a encontrarse y el león volvió a saludar a la zebra y le deseó un buen día. La zebra respondió al león, empezaron a hablar y al final, se convirtieron en grandes amigos.
Moraleja: Con solo mirar no se puede juzgar.