El hombre emplea bien su libertad cuando cumple con su deber. El deber es la obligación de hacer o de no hacer algo.
El deber es aquello a que el hombre se siente obligado por la ley moral o por las leyes civiles.
En general, el deber es lo que el hombre necesita cumplir si quiere alcanzar su propia perfección. El deber es un mandato, es una orden que conduce al bien. Debo hacer todo lo bueno (debo estudiar, debo acatar las normas morales, debo respetar las leyes civiles) y al mismo tiempo debo evitar todo lo que me aparte del bien. Violar el deber, es provocar el desorden moral.
Tomado en su mayor amplitud, el deber es la norma ideal que domina a la humanidad. En este sentido, el deber es la conciencia moral, la ley natural
La conciencia nos indica la existencia del deber, de esta obligación que se impone a la voluntad como norma interior de nuestras acciones.
El hombre puede ajustar o no su conducta a las normas que le impone su propia conciencia (es decir, la ley moral) o a las que le impone la sociedad (es decir, las leyes civiles). En esto reside su grandeza o su debilidad. Si lo hace, alcanzará su perfeccionamiento moral; si no lo hace, no podrá llevar una vida moralmente normal y sana.
Sócrates se dispone a beber la cicuta que le alcanzó un criado. Está en su prisión, rodeado de discípulos con quienes dialoga sobre la inmortalidad del alma. Acusado de impiedad, por criticar los vicios atribuidos a los dioses, y de haber querido corromper la inteligencia de la juventud, al indicarle la superioridad de la conducta virtuosa,
Sócrates prefirió la muerte antes que renegar de sus ideas. La conciencia nos indica que estamos obligados a cumplir con el deber, que no podemos eludir la ley moral y que ningún poder podría revocar esa ley o eximirnos de cumplir con sus disposiciones, aun cuando en la práctica podamos violar la ley y no cumplir con nuestro deber.
Junto al deber que impone la ley moral existe otro deber que imponen las leyes civiles.Las leyes civiles varían de acuerdo con los tiempos y las circunstancias. Están hechas por los hombres y para los hombres de tal o cual país.
DEBERES Y DERECHOS: QUE ES EL DEBER
El hombre emplea bien su libertad cuando cumple con su deber. El deber es la obligación de hacer o de no hacer algo.
El deber es aquello a que el hombre se siente obligado por la ley moral o por las leyes civiles.
En general, el deber es lo que el hombre necesita cumplir si quiere alcanzar su propia perfección. El deber es un mandato, es una orden que conduce al bien. Debo hacer todo lo bueno (debo estudiar, debo acatar las normas morales, debo respetar las leyes civiles) y al mismo tiempo debo evitar todo lo que me aparte del bien. Violar el deber, es provocar el desorden moral.
Tomado en su mayor amplitud, el deber es la norma ideal que domina a la humanidad. En este sentido, el deber es la conciencia moral, la ley natural
La conciencia nos indica la existencia del deber, de esta obligación que se impone a la voluntad como norma interior de nuestras acciones.
El hombre puede ajustar o no su conducta a las normas que le impone su propia conciencia (es decir, la ley moral) o a las que le impone la sociedad (es decir, las leyes civiles). En esto reside su grandeza o su debilidad. Si lo hace, alcanzará su perfeccionamiento moral; si no lo hace, no podrá llevar una vida moralmente normal y sana.
Sócrates se dispone a beber la cicuta que le alcanzó un criado. Está en su prisión, rodeado de discípulos con quienes dialoga sobre la inmortalidad del alma. Acusado de impiedad, por criticar los vicios atribuidos a los dioses, y de haber querido corromper la inteligencia de la juventud, al indicarle la superioridad de la conducta virtuosa,
Sócrates prefirió la muerte antes que renegar de sus ideas. La conciencia nos indica que estamos obligados a cumplir con el deber, que no podemos eludir la ley moral y que ningún poder podría revocar esa ley o eximirnos de cumplir con sus disposiciones, aun cuando en la práctica podamos violar la ley y no cumplir con nuestro deber.
Junto al deber que impone la ley moral existe otro deber que imponen las leyes civiles.Las leyes civiles varían de acuerdo con los tiempos y las circunstancias. Están hechas por los hombres y para los hombres de tal o cual país.