Los visigodos fueron la rama de los pueblos godos perteneciente a los pueblos germánicos orientales.
Los visigodos surgieron de grupos góticos anteriores (posiblemente de los tervingios)1 que habían invadido el Imperio romano a partir de 376 y habían derrotado a los romanos en la batalla de Adrianópolis en el año 378. Los visigodos invadieron Italia bajo el mando de Alarico I y saquearon Roma en el año 410. Se establecieron en el sur de la Galia como federados del Imperio romano, y tras la derrota contra los francos en Vouillé en el año 507 pasaron a establecerse en Hispania ocupando el vacio de poder que habia dejado la caida del Imperio Romano de Occidente conviviendo de hecho y de derecho con la población hispanorromana. Originalmente tambien convivieron con los bizantinos que ocupaban las regiones de la Cartaginense, y con los suevos que habian fundado su reino en la antigua Gallaecia con capital en Braga; y los vascones en el tramo pirenaico. No obstante a lo largo de los años fueron expulsando, o como mínimo limitando el poder, de estos actores en territorio peninsular abarcando su reino toda la península y la Septimania disputada en ocasiones por los francos. Dados a la disputas sucesorias, habituales, fueron derrotados por los árabes a los que inicialmente contactó una facción como mercenarios, en la batalla de Guadalete en el año 711 y su reino fue sometido al pujante Califato Omeya que avanzó hacia el norte sin apenas oposición hasta Tours.
Los visigodos fueron la rama de los pueblos godos perteneciente a los pueblos germánicos orientales.
Los visigodos surgieron de grupos góticos anteriores (posiblemente de los tervingios)1 que habían invadido el Imperio romano a partir de 376 y habían derrotado a los romanos en la batalla de Adrianópolis en el año 378. Los visigodos invadieron Italia bajo el mando de Alarico I y saquearon Roma en el año 410. Se establecieron en el sur de la Galia como federados del Imperio romano, y tras la derrota contra los francos en Vouillé en el año 507 pasaron a establecerse en Hispania ocupando el vacio de poder que habia dejado la caida del Imperio Romano de Occidente conviviendo de hecho y de derecho con la población hispanorromana. Originalmente tambien convivieron con los bizantinos que ocupaban las regiones de la Cartaginense, y con los suevos que habian fundado su reino en la antigua Gallaecia con capital en Braga; y los vascones en el tramo pirenaico. No obstante a lo largo de los años fueron expulsando, o como mínimo limitando el poder, de estos actores en territorio peninsular abarcando su reino toda la península y la Septimania disputada en ocasiones por los francos. Dados a la disputas sucesorias, habituales, fueron derrotados por los árabes a los que inicialmente contactó una facción como mercenarios, en la batalla de Guadalete en el año 711 y su reino fue sometido al pujante Califato Omeya que avanzó hacia el norte sin apenas oposición hasta Tours.