En el momento de pronunciar el discurso, Jobs anuncia que acaba de ganar la batalla contra el cáncer . No cuenta, sin embargo, que los doctores que le operaron detectaron metástasis y que vuelve a estar en tratamiento. Significativamente, el discurso se titula “Cómo vivir antes de morirse”. Desde su circunstancia personal se entiende que hable a esos jóvenes, sonrientes y sudando bajo los birretes y las americanas en el campus, más de muerte que de vida. Y les dice: “Recordar que todos moriremos es la herramienta más potente que tengo para tomar decisiones”. Es, añade, “la mejor manera de evitar caer en la trampa de pensar que tengo algo que perder”. La muerte como acicate para correr riesgos.
En medio de bromas , Jobs señala que “nadie quiere morirse”. Y si no te quieres morir, necesitas recordar que tu tiempo no es infinito: ”No lo pierdas viviendo la vida de otro/a”.
Jobs termina con un consejo mítico: “Atrévete a seguir los dictados de tu corazón y de tu intuición. De algún modo, ellos ya saben lo que realmente quieres ser”. Al animar a los estudiantes y animar después a los casi 11.300.000 de personas que hemos visionado el discurso, Jobs nos recuerda –deliberadamente, creo- el mismo consejo que el mitógrafo Joseph Campbell dio, también a estudiantes: “Persigue tu dicha”.
¿Qué me hace feliz? Esta es una pregunta que me ocupa, y mucho, ahora. La pregunta es angustiosa pero necesaria y previa a cualquier otra estrategia. Salvo que alguien que ya está muerto te la recuerde, nunca hay un buen momento para plantearla. Pongamos por caso que ese momento es ahora: ¿Qué te hace feliz?
discurso de que tema? ._.
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Respuesta:
Discurso para un amig@ o un familiar
Explicación:
En el momento de pronunciar el discurso, Jobs anuncia que acaba de ganar la batalla contra el cáncer . No cuenta, sin embargo, que los doctores que le operaron detectaron metástasis y que vuelve a estar en tratamiento. Significativamente, el discurso se titula “Cómo vivir antes de morirse”. Desde su circunstancia personal se entiende que hable a esos jóvenes, sonrientes y sudando bajo los birretes y las americanas en el campus, más de muerte que de vida. Y les dice: “Recordar que todos moriremos es la herramienta más potente que tengo para tomar decisiones”. Es, añade, “la mejor manera de evitar caer en la trampa de pensar que tengo algo que perder”. La muerte como acicate para correr riesgos.
En medio de bromas , Jobs señala que “nadie quiere morirse”. Y si no te quieres morir, necesitas recordar que tu tiempo no es infinito: ”No lo pierdas viviendo la vida de otro/a”.
Jobs termina con un consejo mítico: “Atrévete a seguir los dictados de tu corazón y de tu intuición. De algún modo, ellos ya saben lo que realmente quieres ser”. Al animar a los estudiantes y animar después a los casi 11.300.000 de personas que hemos visionado el discurso, Jobs nos recuerda –deliberadamente, creo- el mismo consejo que el mitógrafo Joseph Campbell dio, también a estudiantes: “Persigue tu dicha”.
¿Qué me hace feliz? Esta es una pregunta que me ocupa, y mucho, ahora. La pregunta es angustiosa pero necesaria y previa a cualquier otra estrategia. Salvo que alguien que ya está muerto te la recuerde, nunca hay un buen momento para plantearla. Pongamos por caso que ese momento es ahora: ¿Qué te hace feliz?