driohack
1 Cuando la mañana llega,abro los ojos y puedo verte a mi lado,siento que soy feliz,por que el mayor regalo de la vida,es estar de ti enamorado.Enredado en tu sedoso pelo,podría estar miles de horas,por que tu piel,tus besos,huelen al mar,me recuerdan a las olas.No necesito de nada más,que de tu presencia a mi lado,un beso tuyo,y para siempre a ti,estaré encadenado.
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Laliiii
Tus sonrojos y los míos sin querer se sonrojaron; y desde aquel entonces se dicen cosas sonrojadoras en breves sonrojitos de colores sonrojeantes, mientras juegan de madrugada a sonrojarse mutuamente entre arbolitos sonrojados por los besos sonrojadores del viento sonrojador, reflejo de un sonrojo que sonrojadoramente se sonroja al sonrojar eso que nosotros sonrojamos.
Tus sonrojos y los míos tienen algo en común: terroncitos de insomnio y gotitas de ilusión, palabras azucaradas que endulzan poco a poco, nuestra imaginación. Se tormenta y se calma, pequeño caballero, que el universo en tu alma es luz de amor sincero.
Ya viajes cerca o lejos haz del Sol tu escudero: sabrá darte consejos si pierdes tu sendero.
Valora los te quiero para sueños alados: en pluma y en tintero, podrán ser liberados.
Cabalga en Rocinante, tal inquieto viajero de afligido talante, hacia el cielo ovejero.
Y conserva calmados tus latidos lucero: caminos soleados, sobre mares de acero.
Se tormenta y se calma, pequeño caballero, que el universo en tu alma es luz de amor sincero. Después de tantos años de recorrer día y noche la tierra del zorzal,Ya el médico sabía de nuevas palabras, de costumbres pueblerinas pues,Hablo con tantas personas el hombre, que sus acentos y maneras,Las conocía muy bien, se le metieron muy profundo en el alma,Era como si hubiera conocido a esta gente amable de toda la vida,Como si estuvieran aguardaron por su llegada al pueblo alguna vez.
Y luego con el tiempo se habría prometido para sí mismo, en su corazón,No dejarlas de querer, a tal punto que ya saludaba en la mañana,Con un característico, Como está la vaina vale, y al despedirse,Con un, Chao pues, aunque la frase que más le decía a todos era,Ahí vale y entonces que es lo que vamos a hacer.
Todo el día se la pasaba hablando en venezolano, y raras veces en ingles,Idioma que hablaba en ocasiones, solo el día que a su consulta ,Acudía algún paciente extranjero, como algún guyanés, Luego seguía hablando en venezolano con todo el que lo venía a ver,Pasaban los años, el agua seguía con su sabor a hierro, más bien amargo,Y el médico seguía practicando su nueva fonética venezolana y nada de ingles.
Era algo curioso pues no se detenía a pensar sobre su léxico venezolano esta vez,Más bien lo disfrutaba, y se aprendía sus formas de expresarse muy originales,Compadre ve, que cosa más arrecha, le decía alguien en la calle al amanecer,Y así pasaron los días, en la vida de aquel que le gusto hablar una vez el ingles.
HYa que entiendes, destruyes y transformas -mejor aún- los tenebrosos cursos diseñados con sangre en los concursos, usuales, de la vida y sus reformas:
Háblame más acerca de las formas. Dime más acerca de los recursos, anhelo cosechar buenos discursos regados y no regados con normas.
Háblame más de eso que mi alma ignora, deseo sembrar en verso o en prosa, palabras llenas de luz celadora.
Dime más de eso que falta a mi rosa para florecer sin ser cegadora -quiero escapar de la ruina horrorosa-. asta aquella ocasión en que una mujer venezolana, le comento sin querer,Mira vale ya tu eres venezolano, y el no dijo palabra alguna, solo pensó esa vez,No vale si yo soy cubano, nacido en la Habana, como le dijo otra venezolana a él, Lo que se le pego mucho el léxico venezolano de tanto hablar con su gente,Con los niños, las ancianas, los viejitos, las mujeres, tanto así era el cambio para él,Al final siguió hablando venezolano, es que ya le era muy difícil volver a hablar el ingles.
sin querer se sonrojaron;
y desde aquel entonces
se dicen cosas sonrojadoras
en breves sonrojitos
de colores sonrojeantes,
mientras juegan de madrugada
a sonrojarse mutuamente
entre arbolitos sonrojados
por los besos sonrojadores
del viento sonrojador,
reflejo de un sonrojo
que sonrojadoramente
se sonroja al sonrojar
eso que nosotros sonrojamos.
Tus sonrojos y los míos
tienen algo en común:
terroncitos de insomnio
y gotitas de ilusión,
palabras azucaradas
que endulzan poco a poco,
nuestra imaginación. Se tormenta y se calma,
pequeño caballero,
que el universo en tu alma
es luz de amor sincero.
Ya viajes cerca o lejos
haz del Sol tu escudero:
sabrá darte consejos
si pierdes tu sendero.
Valora los te quiero
para sueños alados:
en pluma y en tintero,
podrán ser liberados.
Cabalga en Rocinante,
tal inquieto viajero
de afligido talante,
hacia el cielo ovejero.
Y conserva calmados
tus latidos lucero:
caminos soleados,
sobre mares de acero.
Se tormenta y se calma,
pequeño caballero,
que el universo en tu alma
es luz de amor sincero.
Después de tantos años de recorrer día y noche la tierra del zorzal,Ya el médico sabía de nuevas palabras, de costumbres pueblerinas pues,Hablo con tantas personas el hombre, que sus acentos y maneras,Las conocía muy bien, se le metieron muy profundo en el alma,Era como si hubiera conocido a esta gente amable de toda la vida,Como si estuvieran aguardaron por su llegada al pueblo alguna vez.
Y luego con el tiempo se habría prometido para sí mismo, en su corazón,No dejarlas de querer, a tal punto que ya saludaba en la mañana,Con un característico, Como está la vaina vale, y al despedirse,Con un, Chao pues, aunque la frase que más le decía a todos era,Ahí vale y entonces que es lo que vamos a hacer.
Todo el día se la pasaba hablando en venezolano, y raras veces en ingles,Idioma que hablaba en ocasiones, solo el día que a su consulta ,Acudía algún paciente extranjero, como algún guyanés,
Luego seguía hablando en venezolano con todo el que lo venía a ver,Pasaban los años, el agua seguía con su sabor a hierro, más bien amargo,Y el médico seguía practicando su nueva fonética venezolana y nada de ingles.
Era algo curioso pues no se detenía a pensar sobre su léxico venezolano esta vez,Más bien lo disfrutaba, y se aprendía sus formas de expresarse muy originales,Compadre ve, que cosa más arrecha, le decía alguien en la calle al amanecer,Y así pasaron los días, en la vida de aquel que le gusto hablar una vez el ingles.
HYa que entiendes, destruyes y transformas
-mejor aún- los tenebrosos cursos
diseñados con sangre en los concursos,
usuales, de la vida y sus reformas:
Háblame más acerca de las formas.
Dime más acerca de los recursos,
anhelo cosechar buenos discursos
regados y no regados con normas.
Háblame más de eso que mi alma ignora,
deseo sembrar en verso o en prosa,
palabras llenas de luz celadora.
Dime más de eso que falta a mi rosa
para florecer sin ser cegadora
-quiero escapar de la ruina horrorosa-.
asta aquella ocasión en que una mujer venezolana, le comento sin querer,Mira vale ya tu eres venezolano, y el no dijo palabra alguna, solo pensó esa vez,No vale si yo soy cubano, nacido en la Habana, como le dijo otra venezolana a él, Lo que se le pego mucho el léxico venezolano de tanto hablar con su gente,Con los niños, las ancianas, los viejitos, las mujeres, tanto así era el cambio para él,Al final siguió hablando venezolano, es que ya le era muy difícil volver a hablar el ingles.