El lenguaje algebraico es simplemente traducir lo que normalmente hablamos a expresiones particulares con símbolos y números. Cuando hablamos de una situación en la que necesitamos encontrar una respuesta, por todos lados escuchamos frases como esta: “lo más adecuado es escribirlo en forma de ecuación”.
La idea de esto es manipular cantidades desconocidas con símbolos fáciles de escribir. Un ejemplo muy simple es el siguiente enunciado:
Lo que gasté en dulces en la tienda fue el precio de cada dulce por el número de dulces que compré.
Escrito en Lenguaje Algebraico puede quedar de la siguiente manera:
G = P·N
Aquí G significa “lo que gasté”, P significa el "precio por dulce" y N significa "la cantidad de dulces".
El lenguaje algebraico es simplemente traducir lo que normalmente hablamos a expresiones particulares con símbolos y números. Cuando hablamos de una situación en la que necesitamos encontrar una respuesta, por todos lados escuchamos frases como esta: “lo más adecuado es escribirlo en forma de ecuación”.
La idea de esto es manipular cantidades desconocidas con símbolos fáciles de escribir. Un ejemplo muy simple es el siguiente enunciado:
Lo que gasté en dulces en la tienda fue el precio de cada dulce por el número de dulces que compré.
Escrito en Lenguaje Algebraico puede quedar de la siguiente manera:
G = P·N
Aquí G significa “lo que gasté”, P significa el "precio por dulce" y N significa "la cantidad de dulces".