La noción de totalidad es una noción filosófica. Tal vez se le deba considerar como una “categoría” de la filosofía. No hay un filósofo digno de este nombre que no haya contribuido a elaborarla. No hay un filósofo digno de este nombre que no se haya esforzado en alcanzar una representación del Universo como totalidad. El empirismo, el pluralismo, en la medida en que permanecen siendo filosofías, no escapan a esta constatación. Señalemos aquí, desde el principio de este estudio, una distinción fundamental. La noción de Totalidad se puede comprender de dos maneras opuestas:
como totalidad cerrada y estática –como totalidad abierta y cambiante. Cuando se quiere aplicar a realidades concretas, particularmente a las realidades humanas y sociales, esta noción, las modalidades de su aplicación difieren profundamente según la interpretación de tal concepto. Una totalidad cerrada excluye otras totalidades, o bien se considera solo una en perjuicio de las otras, o bien las totalidades consideradas permanecen exteriores con respecto a las otras. Por el contrario, una totalidad “abierta” puede envolver otras totalidades igualmente abiertas, pudiéndose implicarse a profundidad, etc… La noción de totalidad abierta es además más sutil, más difícil de asir que aquella, más simple, denominada totalidad cerrada, se presentan como unos sistemas. La noción de totalidad abierta corresponde a otro tipo de investigación y de pensamiento filosóficos.
La noción de totalidad es una noción filosófica. Tal vez se le deba considerar como una “categoría” de la filosofía. No hay un filósofo digno de este nombre que no haya contribuido a elaborarla. No hay un filósofo digno de este nombre que no se haya esforzado en alcanzar una representación del Universo como totalidad. El empirismo, el pluralismo, en la medida en que permanecen siendo filosofías, no escapan a esta constatación.
Señalemos aquí, desde el principio de este estudio, una distinción fundamental.
La noción de Totalidad se puede comprender de dos maneras opuestas:
como totalidad cerrada y estática –como totalidad abierta y cambiante. Cuando se quiere aplicar a realidades concretas, particularmente a las realidades humanas y sociales, esta noción, las modalidades de su aplicación difieren profundamente según la interpretación de tal concepto. Una totalidad cerrada excluye otras totalidades, o bien se considera solo una en perjuicio de las otras, o bien las totalidades consideradas permanecen exteriores con respecto a las otras. Por el contrario, una totalidad “abierta” puede envolver otras totalidades igualmente abiertas, pudiéndose implicarse a profundidad, etc… La noción de totalidad abierta es además más sutil, más difícil de asir que aquella, más simple, denominada totalidad cerrada, se presentan como unos sistemas. La noción de totalidad abierta corresponde a otro tipo de investigación y de pensamiento filosóficos.