Nuestra vida es la historia de las decisiones que hemos tomado día tras día, desde la más pequeña e insignificante hasta la más transcendente y reveladora. Así como nuestro futuro, no dependerá del azar sino de las decisiones que por acción u omisión estemos tomando hoy.
De decidir nadie se escapa, ya que cuando nos quedamos instalados en la indecisión o en la evitación por miedo a equivocarnos, estamos eligiendo permanecer en el mismo lugar. Quedarnos con una vocación sin ejercer, en un trabajo que no nos da placer, con una pareja que ya no amamos, con un sueño sin cumplir, con un proyecto sin concretar, con las ganas de… es también una decisión tomada.
Decidir la propia vida tiene una importancia radical, con cada elección que ejercemos nos vamos dando forma y nos vamos abriendo camino, entre un campo infinito de posibilidades.
Como un escultor que de un trozo de madera virgen va descubriendo una silueta, cuando decide tallar de allí y lijar de allá, está decidiendo que figura va a resultar de ese trabajo artesanal que será resultado de la suma de decisiones que tome cada vez que intervenga conscientemente la madera de una manera y no de otra. Evitar decidir sería algo así como quedarnos mirando el trozo de madera y no hacer nada provechoso con ella.
Una vida no decidida de manera consciente y activa no tiene forma, queda en una promesa de lo que hubiese sido si… me hubiese animado, hubiese terminado, hubiese empezado o dado aquel paso. No hace falta ser un gran escultor, aún la figura más imperfecta es más valiosa que le perfecta nunca hecha.
Respuesta:
Nuestra vida es la historia de las decisiones que hemos tomado día tras día, desde la más pequeña e insignificante hasta la más transcendente y reveladora. Así como nuestro futuro, no dependerá del azar sino de las decisiones que por acción u omisión estemos tomando hoy.
De decidir nadie se escapa, ya que cuando nos quedamos instalados en la indecisión o en la evitación por miedo a equivocarnos, estamos eligiendo permanecer en el mismo lugar. Quedarnos con una vocación sin ejercer, en un trabajo que no nos da placer, con una pareja que ya no amamos, con un sueño sin cumplir, con un proyecto sin concretar, con las ganas de… es también una decisión tomada.
Decidir la propia vida tiene una importancia radical, con cada elección que ejercemos nos vamos dando forma y nos vamos abriendo camino, entre un campo infinito de posibilidades.
Como un escultor que de un trozo de madera virgen va descubriendo una silueta, cuando decide tallar de allí y lijar de allá, está decidiendo que figura va a resultar de ese trabajo artesanal que será resultado de la suma de decisiones que tome cada vez que intervenga conscientemente la madera de una manera y no de otra. Evitar decidir sería algo así como quedarnos mirando el trozo de madera y no hacer nada provechoso con ella.
Una vida no decidida de manera consciente y activa no tiene forma, queda en una promesa de lo que hubiese sido si… me hubiese animado, hubiese terminado, hubiese empezado o dado aquel paso. No hace falta ser un gran escultor, aún la figura más imperfecta es más valiosa que le perfecta nunca hecha.
Explicación:
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Una decisión de vida es una iniciativa para ti, para las mujeres que se encuentran en un embarazo no planeado.
Explicación:
Ese es un ejemplo <D