Los huesos proporcionan sostén a nuestros cuerpos y ayudan a darles forma. Aunque sean muy ligeros, los huesos son lo bastantes resistentes como para soportar todo nuestro peso.
Los huesos también protegen los órganos de nuestros cuerpos. El cráneo nos protege el cerebro y conforma la estructura de la cara. La médula espinal, un canal de intercambio de mensajes entre el cerebro y el cuerpo, está protegida por la columna vertebral (o espina dorsal). Las costillas forman la caja torácica, que alberga el corazón y los pulmones en su interior, y la pelvis ayuda a proteger la vejiga, parte de los intestinos y, en las mujeres, los órganos reproductores.
Los huesos están compuestos por un armazón proteico de colágeno, junto con un mineral llamado fosfato cálcico, que confiere resistencia y dureza al armazón. Los huesos almacenan calcio, un mineral que pueden liberar en el torrente sanguíneo cuando esta sustancia es necesaria en otras partes del cuerpo. Las cantidades de ciertas vitaminas y minerales que ingieres, sobre todo la vitamina D y el calcio, afectan directamente a la cantidad de calcio que almacenas en los huesos.
Los huesos están compuestos por dos tipos de tejido óseo:
El hueso compacto (o hueso cortical) es la parte sólida, dura y más externa del hueso. Tiene el aspecto del marfil y es sumamente resistente. Su interior está lleno de orificios y canales, atravesados por vasos sanguíneos y nervios.
El hueso esponjoso, que se parece a una esponja, se encuentra dentro del hueso compacto. Está formado por un entramado en forma una malla compuesto por pequeños trozos de hueso llamados trabéculas óseas. Aquí es donde se encuentra la médula ósea.
En este hueso blando, es donde se fabrican la mayoría de las células que componen la sangre. La médula ósea contiene células madre, que fabrican los glóbulos rojos de la sangre y las plaquetas, así como algunos tipos de glóbulos blancos. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos corporales, y las plaquetas contribuyen al proceso de coagulación cuando alguien se hace un corte u otro tipo de herida. Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a luchar contra las infecciones.
Los huesos se mantienen unidos a otros huesos a través de unas largas tiras fibrosas llamadas ligamentos: El cartílago, una sustancia flexible y elástica que contienen las articulaciones, sujeta los huesos y los protege en los puntos donde varios huesos friccionan entre sí.
Respuesta:
¿Qué son los huesos y qué hacen?
Los huesos proporcionan sostén a nuestros cuerpos y ayudan a darles forma. Aunque sean muy ligeros, los huesos son lo bastantes resistentes como para soportar todo nuestro peso.
Los huesos también protegen los órganos de nuestros cuerpos. El cráneo nos protege el cerebro y conforma la estructura de la cara. La médula espinal, un canal de intercambio de mensajes entre el cerebro y el cuerpo, está protegida por la columna vertebral (o espina dorsal). Las costillas forman la caja torácica, que alberga el corazón y los pulmones en su interior, y la pelvis ayuda a proteger la vejiga, parte de los intestinos y, en las mujeres, los órganos reproductores.
Los huesos están compuestos por un armazón proteico de colágeno, junto con un mineral llamado fosfato cálcico, que confiere resistencia y dureza al armazón. Los huesos almacenan calcio, un mineral que pueden liberar en el torrente sanguíneo cuando esta sustancia es necesaria en otras partes del cuerpo. Las cantidades de ciertas vitaminas y minerales que ingieres, sobre todo la vitamina D y el calcio, afectan directamente a la cantidad de calcio que almacenas en los huesos.
Los huesos están compuestos por dos tipos de tejido óseo:
El hueso compacto (o hueso cortical) es la parte sólida, dura y más externa del hueso. Tiene el aspecto del marfil y es sumamente resistente. Su interior está lleno de orificios y canales, atravesados por vasos sanguíneos y nervios.
El hueso esponjoso, que se parece a una esponja, se encuentra dentro del hueso compacto. Está formado por un entramado en forma una malla compuesto por pequeños trozos de hueso llamados trabéculas óseas. Aquí es donde se encuentra la médula ósea.
En este hueso blando, es donde se fabrican la mayoría de las células que componen la sangre. La médula ósea contiene células madre, que fabrican los glóbulos rojos de la sangre y las plaquetas, así como algunos tipos de glóbulos blancos. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos corporales, y las plaquetas contribuyen al proceso de coagulación cuando alguien se hace un corte u otro tipo de herida. Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a luchar contra las infecciones.
Los huesos se mantienen unidos a otros huesos a través de unas largas tiras fibrosas llamadas ligamentos: El cartílago, una sustancia flexible y elástica que contienen las articulaciones, sujeta los huesos y los protege en los puntos donde varios huesos friccionan entre sí.
Explicación:
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