En 1784, se creó el primer sistema mecanizado que dio lugar a la primera revolución industrial gracias a la tracción hidráulica y de vapor. La segunda estuvo marcada por la aparición de la primera cinta transportadora en 1870, lo que conllevó la aparición de la producción en serie y la división del trabajo, gracias a sistemas eléctricos.
No fue hasta la llegada del primer controlador programable (1969) cuando se llegó a la tercera revolución industrial y la incorporación de la electrónica para automatizar la producción.
La cuarta revolución industrial viene marcada por la digitalización de los procesos de producción, gracias a la introducción de las Tecnologías de la Información e Internet de las cosas, y el uso de nuevos materiales. Ahora, los sistemas ciberfísicos son los protagonistas y es posible personalizar la producción en masa.
¿Qué es la industria 4.0?
Se trata de la fusión entre en mundo real y virtual en las fábricas, es decir, la aplicación de las tecnologías de la información a los procesos de producción. Las instalaciones son autónomas y la cadena de producción autogestionable, lo que permite una configuración más flexible que da respuestas rápidas y eficientes a la demanda del mercado. Asimismo, toda la información que se deriva del proceso de fabricación está disponible en tiempo real en todas las áreas que integran la empresa.
¿Por qué hay que fusionar el mundo real y el virtual en la industria?
Al utilizar un software para desarrollar y probar virtualmente productos antes de su fabricación, se evitan posibles errores y se mejora su funcionalidad. Gracias a ello, los objetos llegan al mercado hasta un 50% más rápido y con el mismo nivel de calidad.
Esto es posible gracias a la simulación del producto con un doble digital. En el se pueden probar diferentes diseños a lo largo de toda la cadena de desarrollo. Este enfoque fue utilizado en el aterrizaje del Marte Curiosity Rover en 2012 el cual fue simulado 8.000 veces gracias el software de Siemens PLM.
¿Qué es el Smart Data?
El aumento de la cantidad de información disponible es imparable. En 2005, fue de 130 exabytes y aumentó a 462 exabytes en 2012. Los expertos esperan que el volumen de datos aumente hasta los 14.996 exabytes en 2020 (equivalente a cerca de 15 billones de gigabytes).
Con el fin de sacar el máximo partido de este gran volumen de información, debemos contar con sistemas que nos permitan comprender su contenido. Para ello, hay que realizar un análisis inteligente de los datos a través de sensores y medidores que nos ayuden a esta labor.
¿Cómo serán las fábricas digitales del futuro?
Las tecnologías de la información, las telecomunicaciones y la fabricación se están fusionando de tal forma que la producción se está volviendo cada vez más autónoma. Sin embargo, es imposible predecir exactamente cómo serán las plantas inteligentes en el futuro. Un posible escenario es en el que las máquinas se organizan de manera autónoma y se comunican entre sí, mientras las órdenes se aplican directamente. Las personas seguirían siendo esenciales gracias a su inteligencia y creatividad a la ahora de transmitir ideas o funciones.
Ya sea gracias a la producción virtual de productos, a la impresión en 3D de herramientas o al uso de robots interconectados, lo cierto es que la industria 4.0 es ya una realidad. Un buen ejemplo de ello es la planta de Siemens en Amberg. Allí, productos y máquinas se comunican entre sí y han conseguido aumentar su volumen de producción por ocho en los últimos 20 años. Es decir, los seres humanos y las máquinas son más productivos hoy si se usa la digitalización en sus procesos.
Respuesta:
Qué es la Industria 4.0
¿Qué es la Cuarta Revolución Industrial?
En 1784, se creó el primer sistema mecanizado que dio lugar a la primera revolución industrial gracias a la tracción hidráulica y de vapor. La segunda estuvo marcada por la aparición de la primera cinta transportadora en 1870, lo que conllevó la aparición de la producción en serie y la división del trabajo, gracias a sistemas eléctricos.
No fue hasta la llegada del primer controlador programable (1969) cuando se llegó a la tercera revolución industrial y la incorporación de la electrónica para automatizar la producción.
La cuarta revolución industrial viene marcada por la digitalización de los procesos de producción, gracias a la introducción de las Tecnologías de la Información e Internet de las cosas, y el uso de nuevos materiales. Ahora, los sistemas ciberfísicos son los protagonistas y es posible personalizar la producción en masa.
¿Qué es la industria 4.0?
Se trata de la fusión entre en mundo real y virtual en las fábricas, es decir, la aplicación de las tecnologías de la información a los procesos de producción. Las instalaciones son autónomas y la cadena de producción autogestionable, lo que permite una configuración más flexible que da respuestas rápidas y eficientes a la demanda del mercado. Asimismo, toda la información que se deriva del proceso de fabricación está disponible en tiempo real en todas las áreas que integran la empresa.
¿Por qué hay que fusionar el mundo real y el virtual en la industria?
Al utilizar un software para desarrollar y probar virtualmente productos antes de su fabricación, se evitan posibles errores y se mejora su funcionalidad. Gracias a ello, los objetos llegan al mercado hasta un 50% más rápido y con el mismo nivel de calidad.
Esto es posible gracias a la simulación del producto con un doble digital. En el se pueden probar diferentes diseños a lo largo de toda la cadena de desarrollo. Este enfoque fue utilizado en el aterrizaje del Marte Curiosity Rover en 2012 el cual fue simulado 8.000 veces gracias el software de Siemens PLM.
¿Qué es el Smart Data?
El aumento de la cantidad de información disponible es imparable. En 2005, fue de 130 exabytes y aumentó a 462 exabytes en 2012. Los expertos esperan que el volumen de datos aumente hasta los 14.996 exabytes en 2020 (equivalente a cerca de 15 billones de gigabytes).
Con el fin de sacar el máximo partido de este gran volumen de información, debemos contar con sistemas que nos permitan comprender su contenido. Para ello, hay que realizar un análisis inteligente de los datos a través de sensores y medidores que nos ayuden a esta labor.
¿Cómo serán las fábricas digitales del futuro?
Las tecnologías de la información, las telecomunicaciones y la fabricación se están fusionando de tal forma que la producción se está volviendo cada vez más autónoma. Sin embargo, es imposible predecir exactamente cómo serán las plantas inteligentes en el futuro. Un posible escenario es en el que las máquinas se organizan de manera autónoma y se comunican entre sí, mientras las órdenes se aplican directamente. Las personas seguirían siendo esenciales gracias a su inteligencia y creatividad a la ahora de transmitir ideas o funciones.
Ya sea gracias a la producción virtual de productos, a la impresión en 3D de herramientas o al uso de robots interconectados, lo cierto es que la industria 4.0 es ya una realidad. Un buen ejemplo de ello es la planta de Siemens en Amberg. Allí, productos y máquinas se comunican entre sí y han conseguido aumentar su volumen de producción por ocho en los últimos 20 años. Es decir, los seres humanos y las máquinas son más productivos hoy si se usa la digitalización en sus procesos.
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