Dicho esto, dignidad humana significa que un individuo siente respeto por sí mismo y se valora al mismo tiempo que es respetado y valorado. Implica la necesidad de que todos los seres humanos sean tratados en un pie de igualdad y que puedan gozar de los derechos fundamentales que de ellos derivan.
Es una capacidad, una característica que posee el ser humano y que lo diferencia del resto de los seres vivos debido a que es consciente de su realidad, y por tanto puede obrar para transformarla, mejorarla
Es lo que hace que una persona tome decisiones y actúe en consecuencia, según sus deseos o intereses en pos de llevar una mejor calidad de vida sin que eso perjudique a los demás, o represente un peligro.
Es algo con lo que todos nacemos y por eso no se divide según riquezas o grupo social ya que cada uno de nosotros posee dignidad para armar su vida y hacer de ella lo mejor posible.
Soy valioso en tanto soy un ser humano y no por lo que tengo o de dónde vengo
Es fundamental resaltar que, en el pasado, y como consecuencia directa de la flagrante desigualdad que existía en la mayoría de las sociedades, en donde unos pocos tenían el poder y el resto nada, la dignidad estaba asociada erróneamente al poder y la riqueza, y no se la veía como lo que es hoy, un derecho absolutamente reconocido y natural de los seres humanos.
La Revolución Francesa y todos los avances en materia de derechos humanos que hubo en estos tiempos y sucesivamente fueron clave para darle al concepto la impronta correcta y actual.
Entonces, cambió el paradigma: soy valioso y merecedor de un respeto y trato igualitario, no por lo que tengo ni de donde provengo, sino porque soy un ser humano.
Es básico entenderlo desde esta perspectiva, para poder defender nuestra dignidad y la del prójimo contra cualquier afrenta injusta que pueda recibir.
Sin embargo, en la práctica hay situaciones que nos hablan de falta de dignidad cuando personas sufren el abandono, la desidia, la falta de interés o de acompañamiento del resto de los ciudadanos
Esto pasa, por ejemplo, con la gente que duerme en la calle, que no tiene una vivienda, que no tiene trabajo y decide robar, con aquellos que no encuentran otra vía para la subsistencia más que realizando daño a otras personas.
Todo esto nos habla de la importancia de asegurar una vida digna para todos ya que sin dudas es algo repercutirá en la calidad de vida de toda una comunidad al evitar situaciones negativas que puedan ser peligrosas.
No se gana ni se adquiere por el beneplácito de otro, es algo que todos tenemos al nacer como seres humanos, y por lo tanto debe reconocerse, y tanto las sociedades como los Estados tienen que actuar para asegurar a todos sus habitantes las condiciones de vida que les permitan llevar a cabo una forma de vida digna, respetable y segura, y de la cual se puedan sentir siempre orgullosos.
La historia actual y pasada nos nuestra diversas caras de la falta de respeto a la dignidad, solamente teniendo en claro la relevancia que presenta la misma, para nuestro desarrollo y crecimiento personal, y para el del colectivo al cual pertenecemos, le encontraremos el sentido a su defensa a ultranza.
Saber que derechos como la libertad, la justicia y la igualdad la definen nos animará a cuidarla y promoverla
El solo hecho de saber que si alguien avasalla nuestra dignidad pondrá en cierto riesgo nuestro derecho a la justicia, a la equidad y a la libertad, es una motivación para promoverla y cuidarla de cualquier tipo de ataque.
Las declaraciones de derechos, las constituciones y todos los tratados que existen en el mundo se ocupan por supuesto de su defensa, ahora bien, de nada sirve un texto escrito si en la práctica, las personas la desconocemos.
Tenemos que tener en claro que este concepto provee de innumerables derechos y que nos aleja de un trato humillante y desigual, pero eso sí, está en cada uno de nosotros asumir un compromiso en este sentido, actuando de manera digna, siendo lo más honestos y libres posible con nuestras acciones y elecciones, y con el solo límite de respetar la dignidad de los otros.
Es una palabra que tiene que dejar de ser un slogan de los políticos y de la gente en general para ser una realidad que disfrutan todas las personas que vivimos en este mundo, ya que es la única garantía y antídoto efectivo contra la discriminación y la violencia, males que lamentablemente no ha podido erradicarse totalmente de nuestra sociedad.
Dicho esto, dignidad humana significa que un individuo siente respeto por sí mismo y se valora al mismo tiempo que es respetado y valorado. Implica la necesidad de que todos los seres humanos sean tratados en un pie de igualdad y que puedan gozar de los derechos fundamentales que de ellos derivan.
Respuesta:
Es una capacidad, una característica que posee el ser humano y que lo diferencia del resto de los seres vivos debido a que es consciente de su realidad, y por tanto puede obrar para transformarla, mejorarla
Es lo que hace que una persona tome decisiones y actúe en consecuencia, según sus deseos o intereses en pos de llevar una mejor calidad de vida sin que eso perjudique a los demás, o represente un peligro.
Es algo con lo que todos nacemos y por eso no se divide según riquezas o grupo social ya que cada uno de nosotros posee dignidad para armar su vida y hacer de ella lo mejor posible.
Soy valioso en tanto soy un ser humano y no por lo que tengo o de dónde vengo
Es fundamental resaltar que, en el pasado, y como consecuencia directa de la flagrante desigualdad que existía en la mayoría de las sociedades, en donde unos pocos tenían el poder y el resto nada, la dignidad estaba asociada erróneamente al poder y la riqueza, y no se la veía como lo que es hoy, un derecho absolutamente reconocido y natural de los seres humanos.
La Revolución Francesa y todos los avances en materia de derechos humanos que hubo en estos tiempos y sucesivamente fueron clave para darle al concepto la impronta correcta y actual.
Entonces, cambió el paradigma: soy valioso y merecedor de un respeto y trato igualitario, no por lo que tengo ni de donde provengo, sino porque soy un ser humano.
Es básico entenderlo desde esta perspectiva, para poder defender nuestra dignidad y la del prójimo contra cualquier afrenta injusta que pueda recibir.
Sin embargo, en la práctica hay situaciones que nos hablan de falta de dignidad cuando personas sufren el abandono, la desidia, la falta de interés o de acompañamiento del resto de los ciudadanos
Esto pasa, por ejemplo, con la gente que duerme en la calle, que no tiene una vivienda, que no tiene trabajo y decide robar, con aquellos que no encuentran otra vía para la subsistencia más que realizando daño a otras personas.
Todo esto nos habla de la importancia de asegurar una vida digna para todos ya que sin dudas es algo repercutirá en la calidad de vida de toda una comunidad al evitar situaciones negativas que puedan ser peligrosas.
No se gana ni se adquiere por el beneplácito de otro, es algo que todos tenemos al nacer como seres humanos, y por lo tanto debe reconocerse, y tanto las sociedades como los Estados tienen que actuar para asegurar a todos sus habitantes las condiciones de vida que les permitan llevar a cabo una forma de vida digna, respetable y segura, y de la cual se puedan sentir siempre orgullosos.
La historia actual y pasada nos nuestra diversas caras de la falta de respeto a la dignidad, solamente teniendo en claro la relevancia que presenta la misma, para nuestro desarrollo y crecimiento personal, y para el del colectivo al cual pertenecemos, le encontraremos el sentido a su defensa a ultranza.
Saber que derechos como la libertad, la justicia y la igualdad la definen nos animará a cuidarla y promoverla
El solo hecho de saber que si alguien avasalla nuestra dignidad pondrá en cierto riesgo nuestro derecho a la justicia, a la equidad y a la libertad, es una motivación para promoverla y cuidarla de cualquier tipo de ataque.
Las declaraciones de derechos, las constituciones y todos los tratados que existen en el mundo se ocupan por supuesto de su defensa, ahora bien, de nada sirve un texto escrito si en la práctica, las personas la desconocemos.
Tenemos que tener en claro que este concepto provee de innumerables derechos y que nos aleja de un trato humillante y desigual, pero eso sí, está en cada uno de nosotros asumir un compromiso en este sentido, actuando de manera digna, siendo lo más honestos y libres posible con nuestras acciones y elecciones, y con el solo límite de respetar la dignidad de los otros.
Es una palabra que tiene que dejar de ser un slogan de los políticos y de la gente en general para ser una realidad que disfrutan todas las personas que vivimos en este mundo, ya que es la única garantía y antídoto efectivo contra la discriminación y la violencia, males que lamentablemente no ha podido erradicarse totalmente de nuestra sociedad.
Explicación: ESPERO HABERTE AYUDADO