AngelyM
Suelos arenosos: Contiene partículas más grandes que el resto de los suelos. Es áspero y seco al tacto porque las partículas que lo componen están muy separadas entre ellas y no mantienen bien el agua.
Suelos limosos: Retienen el agua por más tiempo, así como los nutrientes. Su color es marrón oscuro, los limos se componen de una mezcla de arena fina y arcilla que forma una especie de barro junto al lodo y restos vegetales. Este tipo de suelos se suele dar en el lecho de los ríos.
Suelos arcillosos: Está formado por granos finos de color amarillento, arcilla en un 45%, retienen mucho el agua y forman charcos. Si se mezcla con humos es bueno para cultivar. Este tipo de suelos tienen gran poder de retener agua y nutrientes pero una baja porosidad así que es difícil trabajarlos.
Suelos de turba: El suelo de turba es de color oscuro marrón o negro. Son de textura suave y tienen un alto contenido en agua y nutrientes. Los suelos de turba suelen estar saturados de agua pero una vez drenados son excelentes para el cultivo.
Suelos salinos: Son característicos de regiones secas, su alto contenido en sales influye en las plantas, no son suelos buenos para la agricultura ya que causan dificultades en su crecimiento. En este tipo de suelos los cultivos crecen poco ya que se acumulan las sales solubles en la zona de las raíces.
Suelos limosos: Retienen el agua por más tiempo, así como los nutrientes. Su color es marrón oscuro, los limos se componen de una mezcla de arena fina y arcilla que forma una especie de barro junto al lodo y restos vegetales. Este tipo de suelos se suele dar en el lecho de los ríos.
Suelos arcillosos: Está formado por granos finos de color amarillento, arcilla en un 45%, retienen mucho el agua y forman charcos. Si se mezcla con humos es bueno para cultivar. Este tipo de suelos tienen gran poder de retener agua y nutrientes pero una baja porosidad así que es difícil trabajarlos.
Suelos de turba: El suelo de turba es de color oscuro marrón o negro. Son de textura suave y tienen un alto contenido en agua y nutrientes. Los suelos de turba suelen estar saturados de agua pero una vez drenados son excelentes para el cultivo.
Suelos salinos: Son característicos de regiones secas, su alto contenido en sales influye en las plantas, no son suelos buenos para la agricultura ya que causan dificultades en su crecimiento. En este tipo de suelos los cultivos crecen poco ya que se acumulan las sales solubles en la zona de las raíces.