Hacia el 2330 a.c. y en época de Lugalzagesi, el título de lugal sobrepasó en todos los aspectos al de ensi. Sería con los akkadios cuando Mesopotamia conoció por primera vez en su Historia, la autoridad de un único rey, que concentró en su persona la totalidad de los poderes. Los reyes akkadios organizaron su Estado bajo tres factores, universalismo, militarismo y centralismo administrativo. Sobre el rey gravitó todo el proceso imperial, asumiendo muchas veces la divinización en vida. Los reyes akkadios no dudaron en delegar sus poderes, en los lugal y ensi vencidos, dejándoles al mando de sus ciudades, donde ejercieron de gobernadores.
Durante la etapa neosumeria y volviendo al antiguo concepto de la ciudad-templo, los reyes de Ur serán los únicos lugal legítimos. La cancillería se puso en manos de un gran visir o primer ministro, el mas alto funcionario del Estado. En cada provincia se hallaba un ensi o gobernador con funciones civiles o militares y un shagin o comandante militar, cargos que podían ser intercambiables según la situación.
La maquinaria administrativa de los templos en la etapa neosumeria es muy semejante a la del palacio.
La administración neosumeria tuvo también otros funcionarios de segundo rango, como inspectores, alcaldes, contables, gendarmes, etc.
Hacia el final de la IIIª Dinastía de Ur y ya con todas las estructuras político-administrativas dislocadas, cada ensi local buscó su independencia, volviendo así a la antigua poliarquía de ciudades-Estado, en constante lucha entre ellas.
Esta organización administrativa estuvo siempre muy unida a la escritura, ya que cuando se extendió el comercio y éste ganó en volumen, surgió la necesidad de llevar una contabilidad y un orden de las cosas y fue gracias a ésta necesidad administrativa contable, lo que acabó llevando a la invención de la escritura. Los sellos planos y las pequeñas fichas o tokkens, fueron los primeros elementos contables utilizados y éstos no consistieron en otra cosa que en grabados que se superponían sobre arcilla húmeda y que posteriormente se utilizaban para marcar los mas diversos objetos.
Organización administrativa
Hacia el 2330 a.c. y en época de Lugalzagesi, el título de lugal sobrepasó en todos los aspectos al de ensi. Sería con los akkadios cuando Mesopotamia conoció por primera vez en su Historia, la autoridad de un único rey, que concentró en su persona la totalidad de los poderes. Los reyes akkadios organizaron su Estado bajo tres factores, universalismo, militarismo y centralismo administrativo. Sobre el rey gravitó todo el proceso imperial, asumiendo muchas veces la divinización en vida. Los reyes akkadios no dudaron en delegar sus poderes, en los lugal y ensi vencidos, dejándoles al mando de sus ciudades, donde ejercieron de gobernadores.
Durante la etapa neosumeria y volviendo al antiguo concepto de la ciudad-templo, los reyes de Ur serán los únicos lugal legítimos. La cancillería se puso en manos de un gran visir o primer ministro, el mas alto funcionario del Estado. En cada provincia se hallaba un ensi o gobernador con funciones civiles o militares y un shagin o comandante militar, cargos que podían ser intercambiables según la situación.
La maquinaria administrativa de los templos en la etapa neosumeria es muy semejante a la del palacio.
La administración neosumeria tuvo también otros funcionarios de segundo rango, como inspectores, alcaldes, contables, gendarmes, etc.
Hacia el final de la IIIª Dinastía de Ur y ya con todas las estructuras político-administrativas dislocadas, cada ensi local buscó su independencia, volviendo así a la antigua poliarquía de ciudades-Estado, en constante lucha entre ellas.
Esta organización administrativa estuvo siempre muy unida a la escritura, ya que cuando se extendió el comercio y éste ganó en volumen, surgió la necesidad de llevar una contabilidad y un orden de las cosas y fue gracias a ésta necesidad administrativa contable, lo que acabó llevando a la invención de la escritura.
Los sellos planos y las pequeñas fichas o tokkens, fueron los primeros elementos contables utilizados y éstos no consistieron en otra cosa que en grabados que se superponían sobre arcilla húmeda y que posteriormente se utilizaban para marcar los mas diversos objetos.