El proyecto de investigación Tara Oceans Science, con investigadores y científicos de diferentes países europeos, estudió la diversidad y distribución de los virus oceánicos. El equipo recolectó muestras de agua a lo largo del planeta, en diferentes regiones y a distintas profundidades oceánicas. El resultado fue la catalogación y mapeo de casi 500 mil poblaciones de virus. De ellas, 195.728 son diferentes entre sí, aumentando un 92% el catálogo conocido con 180.448 nuevas poblaciones virales.
“Da miedo considerar diseñar el océano de esta manera”, dice Sullivan, investigador del proyecto. “Pero tenemos que pensar en formas seriamente impactantes para detener los próximos problemas climáticos que enfrentamos”.
Características de la investigación
Los investigadores recolectaron muestras de agua de mar de casi 80 sitios en todo el mundo entre 2009 y 2013. Hablamos desde aguas superficiales hasta profundidades de 4.000 metros. El esfuerzo fue parte de dos proyectos más grandes, llamados Tara Oceans y Malaspina. Proyectos que estudian el dióxido de carbono y el cambio climático en los océanos de la Tierra. Un análisis previo2 de virus marinos realizado por estas misiones había identificado más de 15.000 especies de virus en los océanos.
Los investigadores analizaron el ADN viral en las últimas muestras y separaron las secuencias en “poblaciones virales”, el equivalente más cercano de especies para virus. Encontraron cerca de 200.000 poblaciones en cinco zonas oceánicas de todo el mundo, y las especies de cada zona comprenden su propia comunidad viral. Las comunidades más diversas se encontraban en aguas superficiales templadas y tropicales, así como en el Océano Ártico, una región geográfica y políticamente de difícil acceso y una de las más expuestas al cambio climático.
“Usando este nuevo mapa de la diversidad de virus, los científicos podrían manipular áreas específicas del océano. Así podráin impulsar la capacidad de la comunidad viral de mover el dióxido de carbono de las aguas poco profundas al océano profundo”, dice Matthew Sullivan, microbiólogo y autor principal de la Investigación Tara Oceans Science. Los océanos absorben la mitad del dióxido de carbono que la gente bombea a la atmósfera terrestre. Y análisis previos han encontrado que los virus marinos pueden ayudar a impulsar el carbono en las aguas superficiales del océano a las profundidades. Consiguiendo, así, mantenerlo alejado de la atmósfera.
¿Por qué son importantes los virus en los océanos?
Este mapa resultante es de gran relevancia a la hora de averiguar y comprender los efectos potenciales de los virus oceánicos de cara a su relación con el cambio climático. Además de otros aspectos para el equilibro del ecosistema marítimo. Porque estos microorganismos, que representan el 60% de la biomasa de seres vivos, poseen funciones muy específicas e importantes.
Entre ellas, la producción del oxígeno que respiramos. Se estima que estas especies absorben alrededor del 25% de CO2 que los humanos lanzamos a la atmósfera; estos virus océanicos lo usan para la producción de carbono orgánico, que pasa a formar parte del cuerpo de muchos organismos. Así, el carbono que absorben de la atmósfera termina en los fondos oceánicos o bien se convierte en alimento de otros organismos.
Los virus pueden infectar a los organismos fijadores de CO2 que se mueven en las aguas. Por eso es necesario que haya un equilibrio entre ambas poblaciones para mantener la fijación de CO2 y que no aumente en la atmósfera. Porque si lo hace, contribuiría a aumentar la crisis climática y el calentamiento global. De ahí la necesidad de comprender bien esta ‘bomba de carbono’: en ella se encuentran muchas soluciones a la problemática del clima.
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rubiomeza22
oye bro solo quiero algo corto para esa pregunta pero gracias
son virus pero de materia
El proyecto de investigación Tara Oceans Science, con investigadores y científicos de diferentes países europeos, estudió la diversidad y distribución de los virus oceánicos. El equipo recolectó muestras de agua a lo largo del planeta, en diferentes regiones y a distintas profundidades oceánicas. El resultado fue la catalogación y mapeo de casi 500 mil poblaciones de virus. De ellas, 195.728 son diferentes entre sí, aumentando un 92% el catálogo conocido con 180.448 nuevas poblaciones virales.
“Da miedo considerar diseñar el océano de esta manera”, dice Sullivan, investigador del proyecto. “Pero tenemos que pensar en formas seriamente impactantes para detener los próximos problemas climáticos que enfrentamos”.
Características de la investigación
Los investigadores recolectaron muestras de agua de mar de casi 80 sitios en todo el mundo entre 2009 y 2013. Hablamos desde aguas superficiales hasta profundidades de 4.000 metros. El esfuerzo fue parte de dos proyectos más grandes, llamados Tara Oceans y Malaspina. Proyectos que estudian el dióxido de carbono y el cambio climático en los océanos de la Tierra. Un análisis previo2 de virus marinos realizado por estas misiones había identificado más de 15.000 especies de virus en los océanos.
Los investigadores analizaron el ADN viral en las últimas muestras y separaron las secuencias en “poblaciones virales”, el equivalente más cercano de especies para virus. Encontraron cerca de 200.000 poblaciones en cinco zonas oceánicas de todo el mundo, y las especies de cada zona comprenden su propia comunidad viral. Las comunidades más diversas se encontraban en aguas superficiales templadas y tropicales, así como en el Océano Ártico, una región geográfica y políticamente de difícil acceso y una de las más expuestas al cambio climático.
“Usando este nuevo mapa de la diversidad de virus, los científicos podrían manipular áreas específicas del océano. Así podráin impulsar la capacidad de la comunidad viral de mover el dióxido de carbono de las aguas poco profundas al océano profundo”, dice Matthew Sullivan, microbiólogo y autor principal de la Investigación Tara Oceans Science. Los océanos absorben la mitad del dióxido de carbono que la gente bombea a la atmósfera terrestre. Y análisis previos han encontrado que los virus marinos pueden ayudar a impulsar el carbono en las aguas superficiales del océano a las profundidades. Consiguiendo, así, mantenerlo alejado de la atmósfera.
¿Por qué son importantes los virus en los océanos?
Este mapa resultante es de gran relevancia a la hora de averiguar y comprender los efectos potenciales de los virus oceánicos de cara a su relación con el cambio climático. Además de otros aspectos para el equilibro del ecosistema marítimo. Porque estos microorganismos, que representan el 60% de la biomasa de seres vivos, poseen funciones muy específicas e importantes.
Entre ellas, la producción del oxígeno que respiramos. Se estima que estas especies absorben alrededor del 25% de CO2 que los humanos lanzamos a la atmósfera; estos virus océanicos lo usan para la producción de carbono orgánico, que pasa a formar parte del cuerpo de muchos organismos. Así, el carbono que absorben de la atmósfera termina en los fondos oceánicos o bien se convierte en alimento de otros organismos.
Los virus pueden infectar a los organismos fijadores de CO2 que se mueven en las aguas. Por eso es necesario que haya un equilibrio entre ambas poblaciones para mantener la fijación de CO2 y que no aumente en la atmósfera. Porque si lo hace, contribuiría a aumentar la crisis climática y el calentamiento global. De ahí la necesidad de comprender bien esta ‘bomba de carbono’: en ella se encuentran muchas soluciones a la problemática del clima.