hablar de la Iglesia Católica como institución emancipadora y
concientizadora, gracias a la difusión de la palabra de Dios, el evangelio,
si bien es “redundante” para los servidores de la Iglesia3, es un asunto
que puede resultar ambiguo. Sobre esta base, surgió una inquietud particular a la cual intentará responder el presente capítulo, la de indagar
el papel de la Iglesia Católica en Chimborazo en la constitución de
espacios políticos y reivindicativos para los pueblos indígenas en la
segunda mitad del siglo XX y, en específico, durante el periodo de
gobierno de Febres Cordero. En suma, se trata de explorar el aporte de
la Iglesia Católica en el proceso de “despertar indígena” en Chimborazo, rastreando este proceso histórico de ambivalentes relaciones de
dominación y liberación entre la Iglesia Católica y el sector indígena; a
más de eso, este trabajo ofrece una fotografía valiosa de estas relaciones
al umbral de lo que, de acuerdo con Proaño (1987), fueron los quinientos años del primer descubrimiento de América.
Existe en la Región una rica experiencia en organizaciones sociales y de desarrollo comunitario, con caracteres que les han permitido persistir a través del tiempo y a pesar de la marginación que han soportado. Esos caracteres son, entre otros, la homogeneidad étnica y cultural, el trabajo en común, la ayuda mutua y el empleo de tecnologías vernáculas.
Las comunidades campesinas, difieren según sus características culturales, ecológicas, evolución histórica, etc., pero todas se caracterizan por tener relaciones de producción basadas en el trabajo familiar o bajo formas colectivas entre los comuneros. Producen sus alimentos básicos con sistemas ancestrales y escasa dotación de recursos, siendo los focos donde se concentra la extrema pobreza.
Las organizaciones comunitarias de base actúan como intermediarias entre los agricultores de escasos recursos y las instituciones de investigación y extensión externas. Muchas de ellas se agrupan en federaciones u organizaciones de segundo grado. Como continuidad a las actividades de intermediación, las federaciones adaptan y difunden tecnología en programas que ellas mismas controlan y administran y constituyen un grupo de presión hacia el sector público y las ONG's agrícolas para orientar su actuación a las necesidades de las familias rurales pobres.
Las comunidades campesinas en Bolivia son el modelo de organización que mejor se identifica con la realidad cultural (aymará, quechua, guaraní) del país.
Respuesta:
hablar de la Iglesia Católica como institución emancipadora y
concientizadora, gracias a la difusión de la palabra de Dios, el evangelio,
si bien es “redundante” para los servidores de la Iglesia3, es un asunto
que puede resultar ambiguo. Sobre esta base, surgió una inquietud particular a la cual intentará responder el presente capítulo, la de indagar
el papel de la Iglesia Católica en Chimborazo en la constitución de
espacios políticos y reivindicativos para los pueblos indígenas en la
segunda mitad del siglo XX y, en específico, durante el periodo de
gobierno de Febres Cordero. En suma, se trata de explorar el aporte de
la Iglesia Católica en el proceso de “despertar indígena” en Chimborazo, rastreando este proceso histórico de ambivalentes relaciones de
dominación y liberación entre la Iglesia Católica y el sector indígena; a
más de eso, este trabajo ofrece una fotografía valiosa de estas relaciones
al umbral de lo que, de acuerdo con Proaño (1987), fueron los quinientos años del primer descubrimiento de América.
Existe en la Región una rica experiencia en organizaciones sociales y de desarrollo comunitario, con caracteres que les han permitido persistir a través del tiempo y a pesar de la marginación que han soportado. Esos caracteres son, entre otros, la homogeneidad étnica y cultural, el trabajo en común, la ayuda mutua y el empleo de tecnologías vernáculas.
Las comunidades campesinas, difieren según sus características culturales, ecológicas, evolución histórica, etc., pero todas se caracterizan por tener relaciones de producción basadas en el trabajo familiar o bajo formas colectivas entre los comuneros. Producen sus alimentos básicos con sistemas ancestrales y escasa dotación de recursos, siendo los focos donde se concentra la extrema pobreza.
Las organizaciones comunitarias de base actúan como intermediarias entre los agricultores de escasos recursos y las instituciones de investigación y extensión externas. Muchas de ellas se agrupan en federaciones u organizaciones de segundo grado. Como continuidad a las actividades de intermediación, las federaciones adaptan y difunden tecnología en programas que ellas mismas controlan y administran y constituyen un grupo de presión hacia el sector público y las ONG's agrícolas para orientar su actuación a las necesidades de las familias rurales pobres.
Las comunidades campesinas en Bolivia son el modelo de organización que mejor se identifica con la realidad cultural (aymará, quechua, guaraní) del país.
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