Véase también: Anexo:Partidos políticos de Argentina
La historia partidaria en la Argentina comienza a distinguirse luego de la firma de la declaración de la independencia y tiene punto inicial en la Anarquía del año 20. Sus pioneros fueron el Partido Federal y el Partido Unitario. Finalizadas las guerras civiles, el panorama político apareció dividido entre el Partido Nacional y el Partido Autonomista. Hacia 1880 se formó el PAN (Partido Autonomista Nacional), estableciendo de hecho un régimen de partido único que gobernó entre 1880 y 1916.[cita requerida] En los años 1890, se fundaron la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista y en los años cuarenta se fundó el Partido Justicialista.
A partir de 1946 la vida política argentina estuvo polarizada entre radicales y justicialistas. Esa polarización estuvo afectada por golpes de estado militares sistemeáticos. Luego sobrevino desde el 1983 una pugna de poder entre liberales. Estos presionaron a los diferentes gobiernos que se sucedieron (UCR, Justiciealismo, Alianza), usando el poder residual de algunos militares, llevando a cabo corridas cambiarías, presionando por imponer una economía de servicios, en manos privadas, y un sistema financiero liberal, que duro hasta el estallido social del 2000/2001.Hubo 5 presidentes en un breve lapso de tiempo, en el cual se tuvo que declarar el default del sistema económico argentino. Lo que llevó a un descreimiento del sistema político. En el contexto de descreimiento político y caos institucional emerge como fuerza estabilizadora un justicialismo encarnado en la figura de Eduardo Duhalde. Con un pobre apoyo electoral debido a la atomización partidaria gana las elecciones del año 2003 el candidato justicialista continuador de la política duhaldista, Néstor Kirchner. A pesar de su origen peronista, el gobierno de Kirchner promoveria una política de transversalidad integrando a un amplio aspecto político, desde socialistas hasta alfonsinistas. Durante los gobiernos Cristina y Néstor Kirchner naceria una nueva identidad política bajo el nombre de kirchnerismo constituido formalmente en el Frente Para la Victoria. Esta nueva identidad conllevaria una reacción adversa, el anti-kirchnerismo. Bajo este concepto se erigirían diferentes alianzas y partidos políticos como Propuesta Republicana o Coalición Cívica. En el 2015 una gran concertación de fuerzas anti-kirchneristas con el nombre de Cambiemos integrada por PRO, UCR y Coalición Cívica ganó las elecciones presidenciales del 2015.
Véase también: Anexo:Partidos políticos de Argentina
La historia partidaria en la Argentina comienza a distinguirse luego de la firma de la declaración de la independencia y tiene punto inicial en la Anarquía del año 20. Sus pioneros fueron el Partido Federal y el Partido Unitario. Finalizadas las guerras civiles, el panorama político apareció dividido entre el Partido Nacional y el Partido Autonomista. Hacia 1880 se formó el PAN (Partido Autonomista Nacional), estableciendo de hecho un régimen de partido único que gobernó entre 1880 y 1916.[cita requerida] En los años 1890, se fundaron la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista y en los años cuarenta se fundó el Partido Justicialista.
A partir de 1946 la vida política argentina estuvo polarizada entre radicales y justicialistas. Esa polarización estuvo afectada por golpes de estado militares sistemeáticos. Luego sobrevino desde el 1983 una pugna de poder entre liberales. Estos presionaron a los diferentes gobiernos que se sucedieron (UCR, Justiciealismo, Alianza), usando el poder residual de algunos militares, llevando a cabo corridas cambiarías, presionando por imponer una economía de servicios, en manos privadas, y un sistema financiero liberal, que duro hasta el estallido social del 2000/2001.Hubo 5 presidentes en un breve lapso de tiempo, en el cual se tuvo que declarar el default del sistema económico argentino. Lo que llevó a un descreimiento del sistema político. En el contexto de descreimiento político y caos institucional emerge como fuerza estabilizadora un justicialismo encarnado en la figura de Eduardo Duhalde. Con un pobre apoyo electoral debido a la atomización partidaria gana las elecciones del año 2003 el candidato justicialista continuador de la política duhaldista, Néstor Kirchner. A pesar de su origen peronista, el gobierno de Kirchner promoveria una política de transversalidad integrando a un amplio aspecto político, desde socialistas hasta alfonsinistas. Durante los gobiernos Cristina y Néstor Kirchner naceria una nueva identidad política bajo el nombre de kirchnerismo constituido formalmente en el Frente Para la Victoria. Esta nueva identidad conllevaria una reacción adversa, el anti-kirchnerismo. Bajo este concepto se erigirían diferentes alianzas y partidos políticos como Propuesta Republicana o Coalición Cívica. En el 2015 una gran concertación de fuerzas anti-kirchneristas con el nombre de Cambiemos integrada por PRO, UCR y Coalición Cívica ganó las elecciones presidenciales del 2015.