dianistriquis
La Constitución de Marruecos de 2011 incorporó sólidas disposiciones de derechos humanos, pero estas reformas no se tradujeron en prácticas mejoradas, ni en la aprobación de leyes significativas de implementación o en la revisión de leyes represivas. En 2014, los marroquíes ejercieron su derecho a protestar pacíficamente en las calles pero, en algunas ocasiones, la policía continuó dispersándolos violentamente. Las leyes que penalizan los actos que puedan atentar contra el rey, la monarquía, el Islam o la soberanía que Marruecos defiende sobre el Sáhara Occidental limitaron los derechos a las libertades de expresión, asamblea y asociación pacíficas. Los tribunales siguieron condenando y encarcelando a los que se manifestaron en las calles y a los disidentes en juicios injustos. En una nota más positiva, Marruecos implementó reformas anunciadas en 2013 a sus políticas de inmigración, concediendo estatus legal temporal a cientos de refugiados y miles de otros extranjeros, la mayoría de ellos subsaharianos