Elianay En el primer gran periodo del arte persa, durante el reinado de los Aqueménidas, la escultura se hizo a escala monumental. Hacia el 515 a.C. Darío I el Grande mandó esculpir un gran relieve y una inscripción grabada en la roca de los acantilados de Behistún. El relieve muestra a Darío como Ahura Mazda (divinidad suprema del zoroastrismo) venciendo a sus enemigos. Los diseños y el gusto por el detalle en el grabado tienen claro antecedente en los modelos asirios, pero el tratamiento naturalista de los ropajes superpuestos y los ojos es completamente novedos
En el primer gran periodo del arte persa, durante el reinado de los Aqueménidas, la escultura se hizo a escala monumental. Hacia el 515 a.C. Darío I el Grande mandó esculpir un gran relieve y una inscripción grabada en la roca de los acantilados de Behistún. El relieve muestra a Darío como Ahura Mazda (divinidad suprema del zoroastrismo) venciendo a sus enemigos. Los diseños y el gusto por el detalle en el grabado tienen claro antecedente en los modelos asirios, pero el tratamiento naturalista de los ropajes superpuestos y los ojos es completamente novedos