Aova7SC
Creación del mundo:En el principio sólo existía un océano infinito, Nun, que contenía todos los elementos del Universo. No existían ni el Cielo ni la Tierra, y los hombres aún no habían nacido. No había vida ni muerte. El espíritu del mundo se hallaba disperso en el caos, hasta que tomando conciencia se llamó a sí mismo; así nació el dios Ra. Ra estaba solo; creó de su aliento al aire, Shu, y de su saliva a la humedad, Tefnut, y los mandó a vivir al otro lado de Nun. Después hizo emerger una isla donde poder descansar; la llamó Egipto. Y como surgíó de las aguas, viviría gracias al agua; así nació el Nilo. Ra fue creando a las plantas y los animales a partir de Nun. Entretanto, Shu y Tefnut tuvieron dos hijos, a los que llamaron Geb (Tierra) y Nut (Cielo). Geb y Nut se casaron; así, el cielo yacía sobre la tierra, copulando con ella. Shu, celoso, los maldijo y los separó sosteniendo al cielo sobre su cabeza, y sujetando a la tierra con sus pies; aún así, no pudo evitar que Nun tuviera hijas, las estrellas. Ra había enviado a uno de sus ojos a buscar a Shu y Tefnut. Pero cuando regresó, otro ojo había ocupado su lugar. El primer ojo comenzó a llorar, hasta que Ra lo colocó en su frente, creando así al Sol. De las lágrimas del primer ojo nacieron los hombres y las mujeres, que habitaron en Egipto. Y todas las mañanas, Ra recorría el cielo el cielo en una barca que flotaba sobre Nun, transportando así al Sol. Cada noche, Nut se lo tragaba, y Ra continuaba su viaje por el Infierno; si lo atravesaba, volvía a nacer de Nut, dando origen a un nuevo día.
El Mito del nacimiento de OsirisLa joven y bella diosa del cielo, Nut, se enamoró de Geb, dios de la tierra. Ra, dios del sol y padre de Nut, no podía aprobar ese matrimonio, porque un adivino le había dicho que el niño nacido de esa unión gobernaría la humanidad. Rá, elevó una maldición sobre Nut diciendole: - Nut, te prohíbo que tengas un niño con Geb en el término de un año de 360 días. No lo tendrás ni de día ni de noche. Nut, desesperada, corrió a pedirle ayuda a su amigo Thot que era muy astuto. Thot sabía que un mandato del jefe de todos los dioses no podía desobedecerse, pero tramó un plan para ayudar a Nut. Thot se reunió con Selene, la diosa de la luna, con la excusa de jugar a las cartas. Ambos apostaron fuertemente, pero Selene apostó un poco de su luz. La decimoséptima parte de sus iluminaciones, y las perdió. Por esa razón la luz de la luna es más débil en ciertos periodos no pudiendo competir con la luz del sol. Con la luz que Thot le ganó a Selene, creó cinco días más que agregó al año, que por entonces, solo tenía trescientos sesenta días. Esos cinco días no pertenecían a ningún mes y tampoco a ningún año. Nut, mediante ese ardid y sin desobedecer a su padre, pudo tener a sus hijos durante esos días. El primer día tuvo a Osiris, el segundo, a Horus, el tercero a Set, el cuarto a Isis y el quinto a Neftis. Cuenta la leyenda que cuando nació Osiris, se escuchó una voz que desde el cielo proclamaba: ¡Ha nacido el señor de toda la tierra!
Ra estaba solo; creó de su aliento al aire, Shu, y de su saliva a la humedad, Tefnut, y los mandó a vivir al otro lado de Nun.
Después hizo emerger una isla donde poder descansar; la llamó Egipto. Y como surgíó de las aguas, viviría gracias al agua; así nació el Nilo.
Ra fue creando a las plantas y los animales a partir de Nun. Entretanto, Shu y Tefnut tuvieron dos hijos, a los que llamaron Geb (Tierra) y Nut (Cielo). Geb y Nut se casaron; así, el cielo yacía sobre la tierra, copulando con ella. Shu, celoso, los maldijo y los separó sosteniendo al cielo sobre su cabeza, y sujetando a la tierra con sus pies; aún así, no pudo evitar que Nun tuviera hijas, las estrellas.
Ra había enviado a uno de sus ojos a buscar a Shu y Tefnut. Pero cuando regresó, otro ojo había ocupado su lugar. El primer ojo comenzó a llorar, hasta que Ra lo colocó en su frente, creando así al Sol.
De las lágrimas del primer ojo nacieron los hombres y las mujeres, que habitaron en Egipto.
Y todas las mañanas, Ra recorría el cielo el cielo en una barca que flotaba sobre Nun, transportando así al Sol. Cada noche, Nut se lo tragaba, y Ra continuaba su viaje por el Infierno; si lo atravesaba, volvía a nacer de Nut, dando origen a un nuevo día.
El Mito del nacimiento de OsirisLa joven y bella diosa del cielo, Nut, se enamoró de Geb, dios de la tierra.
Ra, dios del sol y padre de Nut, no podía aprobar ese matrimonio, porque un adivino le había dicho que el niño nacido de esa unión gobernaría la humanidad.
Rá, elevó una maldición sobre Nut diciendole: - Nut, te prohíbo que tengas un niño con Geb en el término de un año de 360 días. No lo tendrás ni de día ni de noche.
Nut, desesperada, corrió a pedirle ayuda a su amigo Thot que era muy astuto. Thot sabía que un mandato del jefe de todos los dioses no podía desobedecerse, pero tramó un plan para ayudar a Nut.
Thot se reunió con Selene, la diosa de la luna, con la excusa de jugar a las cartas. Ambos apostaron fuertemente, pero Selene apostó un poco de su luz. La decimoséptima parte de sus iluminaciones, y las perdió.
Por esa razón la luz de la luna es más débil en ciertos periodos no pudiendo competir con la luz del sol.
Con la luz que Thot le ganó a Selene, creó cinco días más que agregó al año, que por entonces, solo tenía trescientos sesenta días. Esos cinco días no pertenecían a ningún mes y tampoco a ningún año.
Nut, mediante ese ardid y sin desobedecer a su padre, pudo tener a sus hijos durante esos días.
El primer día tuvo a Osiris, el segundo, a Horus, el tercero a Set, el cuarto a Isis y el quinto a Neftis.
Cuenta la leyenda que cuando nació Osiris, se escuchó una voz que desde el cielo proclamaba: ¡Ha nacido el señor de toda la tierra!