Esta aventura empezó con una sola certeza: que mi compañera de viaje había desistido un día antes. Aparte de eso no tenía un mapa del lugar, mi presupuesto era bastante modesto y la única información confiable con la que contaba fue la que encontré en un sitio web; sin embargo, las ganas de viajar me hicieron coger la mochila a pesar de las complicaciones.
Fui a la estación de buses y compre un ticket para Piura (a 1 035 km de Lima).
El viaje siguió su curso normal: algunas malas películas de Jean Claude Van Damme, pasa jeros subiendo y bajando en cada pueblo y la imprescindible parada para cenar en un restau rante del camino.
De vuelta al bus, el viaje continúa durante toda la noche,atravesando desiertos y pequeños pueblitos regados por el camino. Llegamos a Piura al promediar las 9 a. m. y nos llevó un buen rato encontrar un bus que nos lleve a Tumbes .
al mediodía ya estamos de vuelta en la carretera, acercándonos al extremo norte del Perú. [...].
Al llegar al Puente Internacional, Josefine y yo caminamos en medio de ese alboroto de gente y puestos de venta en el que se ha convertido este punto fronterizo, llega el momento de separarse; ella continúa su viaje a Guaranda y yo tomo un bus a Cuenca.
El bus atraviesa valles y montañas rebosantes de vida,Un regalo para el alma del viajero, pienso.
Llego al anochecer a esta ciudad de característi cas coloniales bastante marcadas, con negocios prósperos y con cientos de turistas . Un lugar que in vita a dejar las preocupaciones cotidianas atrás.
Paso la noche en una antigua casona colonial que funge de hotel y donde el servicio es bas tante amable. al final de este día que ha tenido sor presas de todo tipo.
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elizabethcatalinamen
durante toda la noche, atravesando desiertos y pequeños pueblitos regados por el camino, durante toda la noche, atravesando desiertos y pequeños pueblitos regados por el camino ,Un regalo para el alma del viajero, pienso.
elizabethcatalinamen
Llego al anochecer a esta ciudad de característi cas coloniales bastante marcadas, Paso la noche en una antigua casona colonial que funge de hotel y final de este día que ha tenido sor presas de todo tipo.
Esta aventura empezó con una sola certeza: que mi compañera de viaje ,Fui a la estación de buses y compre un ticket para Piura. El viaje siguió su curso normal: algunas malas películas de Jean Claude Van Damme. Durante toda la noche, atravesando desiertos y pequeños pueblitos regados por el camino, durante toda la noche, atravesando desiertos y pequeños pueblitos regados por el camino ,Un regalo para el alma del viajero, pienso. Llego al anochecer a esta ciudad de característica cas coloniales bastante marcadas, Paso la noche en una antigua casona colonial que funge de hotel y final de este día que ha tenido sor presas de todo tipo.
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Esta aventura empezó con una sola certeza: que mi compañera de viaje había desistido un día antes. Aparte de eso no tenía un mapa del lugar, mi presupuesto era bastante modesto y la única información confiable con la que contaba fue la que encontré en un sitio web; sin embargo, las ganas de viajar me hicieron coger la mochila a pesar de las complicaciones.
Fui a la estación de buses y compre un ticket para Piura (a 1 035 km de Lima).
El viaje siguió su curso normal: algunas malas películas de Jean Claude Van Damme, pasa jeros subiendo y bajando en cada pueblo y la imprescindible parada para cenar en un restau rante del camino.
De vuelta al bus, el viaje continúa durante toda la noche,atravesando desiertos y pequeños pueblitos regados por el camino. Llegamos a Piura al promediar las 9 a. m. y nos llevó un buen rato encontrar un bus que nos lleve a Tumbes .
al mediodía ya estamos de vuelta en la carretera, acercándonos al extremo norte del Perú. [...].
Al llegar al Puente Internacional, Josefine y yo caminamos en medio de ese alboroto de gente y puestos de venta en el que se ha convertido este punto fronterizo, llega el momento de separarse; ella continúa su viaje a Guaranda y yo tomo un bus a Cuenca.
El bus atraviesa valles y montañas rebosantes de vida,Un regalo para el alma del viajero, pienso.
Llego al anochecer a esta ciudad de característi cas coloniales bastante marcadas, con negocios prósperos y con cientos de turistas . Un lugar que in vita a dejar las preocupaciones cotidianas atrás.
Paso la noche en una antigua casona colonial que funge de hotel y donde el servicio es bas tante amable. al final de este día que ha tenido sor presas de todo tipo.
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Esta aventura empezó con una sola certeza: que mi compañera de viaje ,Fui a la estación de buses y compre un ticket para Piura. El viaje siguió su curso normal: algunas malas películas de Jean Claude Van Damme. Durante toda la noche, atravesando desiertos y pequeños pueblitos regados por el camino, durante toda la noche, atravesando desiertos y pequeños pueblitos regados por el camino ,Un regalo para el alma del viajero, pienso. Llego al anochecer a esta ciudad de característica cas coloniales bastante marcadas, Paso la noche en una antigua casona colonial que funge de hotel y final de este día que ha tenido sor presas de todo tipo.