Las vias férreas ¿Cuáles se conservan? ¿a que se debe esto?
brendoCastilllo
II. Expansión de los ferrocarriles en México
Señalamos arriba que en 1873 sólo existía la línea del ferrocarril que comunicaba a la Ciudad de México con Veracruz y que medía 471 kilómetros de largo, sin embargo, ya en 1910, es decir en menos de cuatro décadas, la línea del ferrocarril alcanzaba los 19 748 kilómetros de vías férreas. En el 2004, de acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (2004), el país contaba con 20 687.4 kilómetros de vías férreas. Lo cual confirma la aseveración que hicimos arriba acerca de que la totalidad de la red ferroviaria mexicana actual fue construida durante el periodo 1881-1910. Es en 1881 cuando comienza la verdadera época de la construcción de ferrocarriles en México, en ese año se construyeron 692 kilómetros, acumulando en el año señalado 1771 kilómetros de vías férreas (ver cuadro 3). En 1882 se construyeron 1 938 kilómetros de vías, y en 1883, 1727, máximos anuales que no serían superados después. El promedio del periodo 1881-1910 fue de 664.6 km al año.
Inversión extranjera en los ferrocarriles 1870-1911
En el periodo comprendido entre 1870 y 1911 la inversión en ferrocarriles fue el concepto más importante, seguida por las inversiones mineras. El valor de las inversiones extranjeras acumuladas fue de 1641 millones de dólares en 1911, de los cuales 54 por ciento correspondió a la inversión en ferrocarriles. Dentro de este valor total, el porcentaje de los capitales estadounidenses era de aproximadamente el 38 por ciento y el de los capitales británicos 29 por ciento (Riguzzi, 1995, pp. 159). Podríamos decir que fueron los capitales provenientes del exterior (con fuerte predominio estadounidense) los que definieron sus trazados troncales, sus grandes líneas. Los empresarios norteamericanos tenían el interés primordial de extender las líneas de Estados Unidos hacia territorio mexicano y para ello era necesario tender la vía ferroviaria hacia el norte del país.
Respuesta
La revolución destruyó físicamente las vías. Contrario a lo que se piensa de que por ello se le olvidó y dejó morir, el estado le dio gran importancia y fueron destino predominante de inversión, en comparación con otros sectores como la industria eléctrica, hasta poco antes de 1950.
Después de la revolución, el kilometraje bajo la jurisdicción del estado aumentó en un 15%, lo cual nos permite afirmar que el México del siglo XX, urbano e industrial, se basó en una red ferroviaria obsoleta, construida durante el porfiriato. Estados Unidos y Canadá aumentaron su penetración territorial con vías dobles y triples. México implementó vías dobles hasta 1960, cuando ya era demasiado tarde. Los revolucionarios se dieron cuenta, y por ello, hicieron planes de construcción de vías férreas, donde solo las rutas consideradas urgentes comprendían entre 5 y 10 mil kilómetros, de los cuales, solo se construyeron 401 kilómetros.
Señalamos arriba que en 1873 sólo existía la línea del ferrocarril que comunicaba a la Ciudad de México con Veracruz y que medía 471 kilómetros de largo, sin embargo, ya en 1910, es decir en menos de cuatro décadas, la línea del ferrocarril alcanzaba los 19 748 kilómetros de vías férreas. En el 2004, de acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (2004), el país contaba con 20 687.4 kilómetros de vías férreas. Lo cual confirma la aseveración que hicimos arriba acerca de que la totalidad de la red ferroviaria mexicana actual fue construida durante el periodo 1881-1910. Es en 1881 cuando comienza la verdadera época de la construcción de ferrocarriles en México, en ese año se construyeron 692 kilómetros, acumulando en el año señalado 1771 kilómetros de vías férreas (ver cuadro 3). En 1882 se construyeron 1 938 kilómetros de vías, y en 1883, 1727, máximos anuales que no serían superados después. El promedio del periodo 1881-1910 fue de 664.6 km al año.
Inversión extranjera en los ferrocarriles 1870-1911
En el periodo comprendido entre 1870 y 1911 la inversión en ferrocarriles fue el concepto más importante, seguida por las inversiones mineras. El valor de las inversiones extranjeras acumuladas fue de 1641 millones de dólares en 1911, de los cuales 54 por ciento correspondió a la inversión en ferrocarriles. Dentro de este valor total, el porcentaje de los capitales estadounidenses era de aproximadamente el 38 por ciento y el de los capitales británicos 29 por ciento (Riguzzi, 1995, pp. 159). Podríamos decir que fueron los capitales provenientes del exterior (con fuerte predominio estadounidense) los que definieron sus trazados troncales, sus grandes líneas. Los empresarios norteamericanos tenían el interés primordial de extender las líneas de Estados Unidos hacia territorio mexicano y para ello era necesario tender la vía ferroviaria hacia el norte del país.
Respuesta
La revolución destruyó físicamente las vías. Contrario a lo que se piensa de que por ello se le olvidó y dejó morir, el estado le dio gran importancia y fueron destino predominante de inversión, en comparación con otros sectores como la industria eléctrica, hasta poco antes de 1950.
Después de la revolución, el kilometraje bajo la jurisdicción del estado aumentó en un 15%, lo cual nos permite afirmar que el México del siglo XX, urbano e industrial, se basó en una red ferroviaria obsoleta, construida durante el porfiriato. Estados Unidos y Canadá aumentaron su penetración territorial con vías dobles y triples. México implementó vías dobles hasta 1960, cuando ya era demasiado tarde. Los revolucionarios se dieron cuenta, y por ello, hicieron planes de construcción de vías férreas, donde solo las rutas consideradas urgentes comprendían entre 5 y 10 mil kilómetros, de los cuales, solo se construyeron 401 kilómetros.