Las condiciones de limpieza del mercado quiteño del siglo xviii
ivonete
La élite quiteña de mediados del siglo XVIII, cuyo poder político se manifestó en el cabildo, de ninguna manera puede ser considerada un grupo homogéneo. Los miembros que la integraron pertenecieron, de un lado, a las grandes familias tradicionales “ennoblecidas, cuya característica económica fundamental fue la de ser propietarios de tierras; y, de otro a familias que, sin ser poseedoras de títulos nobiliarios, ingresaron en los grandes “clanes familiares” (1) gracias a su riqueza económica –habida en otras fuentes productivas como el comercio o las minas-, prestigio social o poder político que poseyeron indistintamente. Mediante el establecimiento de relaciones de parentesco y compadrazgo, su ingreso a la carrera eclesiástica, servicio militar y la práctica de mecanismos económicos como la compra y arrendamiento de tierras, estos grandes grupos familiares se convirtieron en el sector dominante de la sociedad cuyo sistema de funcionamiento se reprodujo constantemente.