En zonas cálidas, el sol evapora mayor volumen de agua de la superficie oceánica, lo que consecuentemente supone una mayor salinidad de esas aguas, ya que las sales minerales no se evaporan. E incluso en un mismo lugar, la salinidad de las aguas marinas puede sufrir variaciones en las diferentes estaciones del año.Respuesta:
El agua de mar tiene una concentración de sales comprendida entre 35 y 45 gramos por litro. El agua salobre sigue siendo muy superior al agua apta para el consumo humano, ya que posee entre 3 y 25 gramos de sales por litro.
La salinidad varía según el mar, la zona y la profundidad…
La salinidad del agua viene dada por la cantidad de sales minerales disueltas en ella. Se ha aceptado comúnmente que la salinidad promedio del agua de mar ronda los 35 gramos por litro.
Mar Rojo —————– 42-46 gramos por litro
Golfo Pérsico ———— 40-44 gramos por litro
Mar Mediterráneo ——- 36-39 gramos por litro
Mar Caribe ————— 34-38 gramos por litro
Océanos Índico ———- 33-37 gramos por litro
Océano Pacífico ——— 33-36 gramos por litro
Océano Atlántico ——– 33-36 gramos por litro
El Mar Báltico que tiene una salinidad de entre 6 y 18 gramos por litro, lo que técnicamente hace que no sea un mar de agua salada, sino de agua salobre. Y del Mar Caspio y del Mar Muerto que, aunque por sus nombres pueden crear confusión, en realidad son lagos. Lagos de agua no dulce, eso sí, ya que tienen unos niveles extremos de baja y alta salinidad respectivamente. El Mar Caspio tienen una salinidad de 12 gramos por litro, por lo tanto, es de agua salobre, y la salinidad del Mar Muerto oscila entre 350 y 370 gramos por litro, unos niveles enormemente superiores a los del agua de mar. Las aguas del Mar Muerto, además de por los niveles de hipersalinidad tan elevados que tiene, difiere también de las aguas marinas en la composición de sus sales.
A pesar de los desequilibrios locales que puedan darse en la salinidad del mar, es importante resaltar que, a nivel global, el balance salino del mar es constante.
La salinidad del mar puede variar en las distintas latitudes.
En las zonas tropicales, que son más cálidas, se presenta una mayor salinidad que en las zonas de latitudes elevadas, donde las temperaturas son inferiores.
Dependiendo de la cantidad de aporte de agua dulce que tenga determinada zona marina, ya sea ésta en forma de precipitaciones o de flujos fluviales, también repercute en una mayor o menor salinidad.
En las desembocaduras de grandes ríos, por ejemplo, típicamente la salinidad es inferior a zonas más apartadas. En los mares polares, donde el agua salada se diluye con el agua dulce de los casquetes polares y las continuas precipitaciones, también la salinidad es más baja.
El agua más superficial de un océano es más salina que el agua en el mismo enclave a mayor profundidad. Debido principalmente a que a mayor profundidad, las temperaturas son más bajas, lo que incide directamente en que la salinidad sea inferior.
Las corrientes marinas y el oleaje también influyen en los niveles de salinidad de las aguas marinas causando la mezcla horizontal y vertical de las sales.
Se han identificado más de 70 elementos químicos en el agua de mar, la mayoría en cantidades extremadamente pequeñas.
Las sales minerales disueltas en el agua de mares y océanos están formadas por algunos elementos mayoritarios, como son: cloruro, sodio, magnesio, azufre, calcio, potasio, bicarbonato, bromo, estroncio, boro y flúor. En conjunto estas sales constituyen más del 99% de la masa de solutos disueltos en el agua de mar. De ellos, el cloruro y el sodio (que forman el cloruro sódico, es decir, los componentes de la sal de mesa común) constituyen más del 85% del total de sales disueltas en el agua marina.
La cantidad total de estas sales disueltas puede variar en distintos mares, la proporción de estos solutos mayoritarios es prácticamente constante en todas las aguas marinas, sin importar su nivel de salinidad.
La cantidad restante de elementos son minoritarios, ya que se encuentran en concentraciones muy pequeñas, suponiendo en total menos del 1%. Algunos de ellos, como el fósforo, hierro, manganeso, yodo y cobre se encuentran igualmente en concentraciones constantes, mientras que, por el contrario, el titanio, cadmio, cromo, antimonio, germanio, talio y cloro tienen concentraciones variables, al igual que ocurre con los gases (oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno) disueltos en las aguas marinas, ya que su presencia está ligada a alteraciones por organismos biológicos o reacciones físico-químicas.
Es importante resaltar que el agua de mar no es simplemente una solución de sales y gases disueltos, sino que los organismos vivos del mar también ejercen una influencia sobre la composición de las aguas. Por ejemplo, los moluscos y los crustáceos extraen el calcio del agua marina para crear sus conchas y cuerpos, y las esponjas y algunos tipos de algas marinas eliminan el yodo del mar.
En zonas cálidas, el sol evapora mayor volumen de agua de la superficie oceánica, lo que consecuentemente supone una mayor salinidad de esas aguas, ya que las sales minerales no se evaporan. E incluso en un mismo lugar, la salinidad de las aguas marinas puede sufrir variaciones en las diferentes estaciones del año.Respuesta:
El agua de mar tiene una concentración de sales comprendida entre 35 y 45 gramos por litro. El agua salobre sigue siendo muy superior al agua apta para el consumo humano, ya que posee entre 3 y 25 gramos de sales por litro.
La salinidad varía según el mar, la zona y la profundidad…
La salinidad del agua viene dada por la cantidad de sales minerales disueltas en ella. Se ha aceptado comúnmente que la salinidad promedio del agua de mar ronda los 35 gramos por litro.
Mar Rojo —————– 42-46 gramos por litro
Golfo Pérsico ———— 40-44 gramos por litro
Mar Mediterráneo ——- 36-39 gramos por litro
Mar Caribe ————— 34-38 gramos por litro
Océanos Índico ———- 33-37 gramos por litro
Océano Pacífico ——— 33-36 gramos por litro
Océano Atlántico ——– 33-36 gramos por litro
El Mar Báltico que tiene una salinidad de entre 6 y 18 gramos por litro, lo que técnicamente hace que no sea un mar de agua salada, sino de agua salobre. Y del Mar Caspio y del Mar Muerto que, aunque por sus nombres pueden crear confusión, en realidad son lagos. Lagos de agua no dulce, eso sí, ya que tienen unos niveles extremos de baja y alta salinidad respectivamente. El Mar Caspio tienen una salinidad de 12 gramos por litro, por lo tanto, es de agua salobre, y la salinidad del Mar Muerto oscila entre 350 y 370 gramos por litro, unos niveles enormemente superiores a los del agua de mar. Las aguas del Mar Muerto, además de por los niveles de hipersalinidad tan elevados que tiene, difiere también de las aguas marinas en la composición de sus sales.
A pesar de los desequilibrios locales que puedan darse en la salinidad del mar, es importante resaltar que, a nivel global, el balance salino del mar es constante.
La salinidad del mar puede variar en las distintas latitudes.
En las zonas tropicales, que son más cálidas, se presenta una mayor salinidad que en las zonas de latitudes elevadas, donde las temperaturas son inferiores.
Dependiendo de la cantidad de aporte de agua dulce que tenga determinada zona marina, ya sea ésta en forma de precipitaciones o de flujos fluviales, también repercute en una mayor o menor salinidad.
En las desembocaduras de grandes ríos, por ejemplo, típicamente la salinidad es inferior a zonas más apartadas. En los mares polares, donde el agua salada se diluye con el agua dulce de los casquetes polares y las continuas precipitaciones, también la salinidad es más baja.
El agua más superficial de un océano es más salina que el agua en el mismo enclave a mayor profundidad. Debido principalmente a que a mayor profundidad, las temperaturas son más bajas, lo que incide directamente en que la salinidad sea inferior.
Las corrientes marinas y el oleaje también influyen en los niveles de salinidad de las aguas marinas causando la mezcla horizontal y vertical de las sales.
Se han identificado más de 70 elementos químicos en el agua de mar, la mayoría en cantidades extremadamente pequeñas.
Las sales minerales disueltas en el agua de mares y océanos están formadas por algunos elementos mayoritarios, como son: cloruro, sodio, magnesio, azufre, calcio, potasio, bicarbonato, bromo, estroncio, boro y flúor. En conjunto estas sales constituyen más del 99% de la masa de solutos disueltos en el agua de mar. De ellos, el cloruro y el sodio (que forman el cloruro sódico, es decir, los componentes de la sal de mesa común) constituyen más del 85% del total de sales disueltas en el agua marina.
La cantidad total de estas sales disueltas puede variar en distintos mares, la proporción de estos solutos mayoritarios es prácticamente constante en todas las aguas marinas, sin importar su nivel de salinidad.
La cantidad restante de elementos son minoritarios, ya que se encuentran en concentraciones muy pequeñas, suponiendo en total menos del 1%. Algunos de ellos, como el fósforo, hierro, manganeso, yodo y cobre se encuentran igualmente en concentraciones constantes, mientras que, por el contrario, el titanio, cadmio, cromo, antimonio, germanio, talio y cloro tienen concentraciones variables, al igual que ocurre con los gases (oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno) disueltos en las aguas marinas, ya que su presencia está ligada a alteraciones por organismos biológicos o reacciones físico-químicas.
Es importante resaltar que el agua de mar no es simplemente una solución de sales y gases disueltos, sino que los organismos vivos del mar también ejercen una influencia sobre la composición de las aguas. Por ejemplo, los moluscos y los crustáceos extraen el calcio del agua marina para crear sus conchas y cuerpos, y las esponjas y algunos tipos de algas marinas eliminan el yodo del mar.