La colisión estelar que marcó una nueva era en la astronomía
El choque de dos estrellas de neutrones, detectado en agosto, abrió una nueva era de la astronomía. Por primera vez en la historia se combinaron en una misma observación ondas gravitacionales y electromagnéticas, en un esfuerzo internacional sin precedentes en el que participaron más de 3.000 científicos.
Los resultados de la observación demostraron la existencia de las kilonovas, un fenómeno predicho hace más de tres décadas, y aportaron nuevas respuestas sobre la naturaleza del propio Universo.
En futuro cercano se espera que la astronomía multi-mensajero, la combinación de señales gravitacionales y electromagnéticas, permita detectar nuevos fenómenos hasta ahora inobservables, como fusiones de sistemas binarios formados por un agujero negro y una estrella de neutrones, o supernovas de otras galaxias. Los astrónomos también auguran que el estudio del Universo mediante gravedad y electromagnetismo ayudará a desvelar nuevos misterios sobre su naturaleza –por ejemplo, sobre la esquiva energía oscura–.
Por abrir esta nueva ventana de observación al cosmos, los impulsores del proyecto LIGO fueron galardonados este año con el Premio Nobel de Física.
¿Qué demostraron los resultados de la observación?