Este artista disidente recibió apenas el año pasado un pasaporte para regresar a China después de cuatro años. Su valentía es, tal vez, lo que lo haga ser uno de los artistas más populares de nuestros días, con trabajos que exploran temáticas desafiantes como la censura, la sociedad y los derechos humanos con total libertad. Con el paso de los años su trabajo se hace cada vez más crítico y utiliza las redes sociales para informar a su público cómo va su vida de resistencia política.
Ha exhibido en numerosos museos con diferentes propuestas que intenta globalizar. Su trabajo incluye instalaciones, esculturas, música y arquitectura.
2-Jeff Koons
Se ha convertido en uno de los artistas vivos más importantes y costosos. Con 61 años, rompió su récord de ventas en una subasta de Christie en mayo del año pasado y en 2014 se realizó una retrospectiva de su trabajo en el Centre Pompidou. Koons tiene una extraordinaria capacidad para convertir lo mundano en trabajos aclamados de arte. Con obras que retoman a Michael Jackson con su famoso chimpancé Bubbles, ese famoso perro de globo o la bola metálica azul que se situaba en medio de copias de grandes obras de arte como la Mona Lisa, convierten a este artista en uno que ha logrado marcar un parteaguas en el arte, entre los kitsch y lo magnífico.
3-Yayoi Kusama
Quizá ninguna exposición de arte haya funcionado tan bien como la de Kusama en el Museo Tamayo, en la que, con esos puntos de colores tan característicos de su obra, ha logrado conquistar el plano pop contemporáneo. Con 87 años, Yayoi Kusama es esa artista rockstar de la actualidad después de seis décadas de legado en el arte japonés contemporáneo. Tal vez Kusama le deba su éxito a esas alucinaciones recurrentes que ha tenido desde muy joven y que intenta combatir con cientos de puntos ordenados en cuartos repletos de color. En los años 60 sus happenings sorprendieron a la ciudad de Nueva York, en 2015 le hicieron una retrospectiva en Estados Unidos, Rusia y también participó con su obsesión infinita en México hace dos años.
4-Damien Hirst
Un artista de opiniones divididas entre los que lo admiran por todo lo que ha logrado a su corta edad y los que creen que de algún modo, su fama lo ha premiado como a ningún otro pretencioso. Hirst es el artista vivo más rico del mundo. De joven parecía que la fama no lo seguiría, hasta que en 1988 organizó una exposición con compañeros de la escuela y entre los asistentes se encontraban Charles Saatchi, Norman Rosenthal y Nicholas Serota. Su obra "Mil años", con una caja transparente de gusanos y moscas revoloteando sobre una cabeza de vaca ensangrentada fue alabada por Saatchi y desde ese momento, se convirtió en su gran mecenas.
En 2008, una subasta de Sotheby lo hizo ganar 111 millones de libras, el artista dividió la economía de un país pero no satisfecho, continúa exhibiendo sus piezas, como en su Newport Street Gallery, cuyo espacio fue diseñado por el arquitecto Caruso St. John.
1-Ai Weiwei
Este artista disidente recibió apenas el año pasado un pasaporte para regresar a China después de cuatro años. Su valentía es, tal vez, lo que lo haga ser uno de los artistas más populares de nuestros días, con trabajos que exploran temáticas desafiantes como la censura, la sociedad y los derechos humanos con total libertad. Con el paso de los años su trabajo se hace cada vez más crítico y utiliza las redes sociales para informar a su público cómo va su vida de resistencia política.
Ha exhibido en numerosos museos con diferentes propuestas que intenta globalizar. Su trabajo incluye instalaciones, esculturas, música y arquitectura.
2-Jeff Koons
Se ha convertido en uno de los artistas vivos más importantes y costosos. Con 61 años, rompió su récord de ventas en una subasta de Christie en mayo del año pasado y en 2014 se realizó una retrospectiva de su trabajo en el Centre Pompidou. Koons tiene una extraordinaria capacidad para convertir lo mundano en trabajos aclamados de arte. Con obras que retoman a Michael Jackson con su famoso chimpancé Bubbles, ese famoso perro de globo o la bola metálica azul que se situaba en medio de copias de grandes obras de arte como la Mona Lisa, convierten a este artista en uno que ha logrado marcar un parteaguas en el arte, entre los kitsch y lo magnífico.
3-Yayoi Kusama
Quizá ninguna exposición de arte haya funcionado tan bien como la de Kusama en el Museo Tamayo, en la que, con esos puntos de colores tan característicos de su obra, ha logrado conquistar el plano pop contemporáneo. Con 87 años, Yayoi Kusama es esa artista rockstar de la actualidad después de seis décadas de legado en el arte japonés contemporáneo. Tal vez Kusama le deba su éxito a esas alucinaciones recurrentes que ha tenido desde muy joven y que intenta combatir con cientos de puntos ordenados en cuartos repletos de color. En los años 60 sus happenings sorprendieron a la ciudad de Nueva York, en 2015 le hicieron una retrospectiva en Estados Unidos, Rusia y también participó con su obsesión infinita en México hace dos años.
4-Damien Hirst
Un artista de opiniones divididas entre los que lo admiran por todo lo que ha logrado a su corta edad y los que creen que de algún modo, su fama lo ha premiado como a ningún otro pretencioso. Hirst es el artista vivo más rico del mundo. De joven parecía que la fama no lo seguiría, hasta que en 1988 organizó una exposición con compañeros de la escuela y entre los asistentes se encontraban Charles Saatchi, Norman Rosenthal y Nicholas Serota. Su obra "Mil años", con una caja transparente de gusanos y moscas revoloteando sobre una cabeza de vaca ensangrentada fue alabada por Saatchi y desde ese momento, se convirtió en su gran mecenas.
En 2008, una subasta de Sotheby lo hizo ganar 111 millones de libras, el artista dividió la economía de un país pero no satisfecho, continúa exhibiendo sus piezas, como en su Newport Street Gallery, cuyo espacio fue diseñado por el arquitecto Caruso St. John.